“¡La ha vuelto a liar!” Clara Laborda, la madre de Dani Osanz, volvió a soltar la alegría al ver a su primogénito hacer una segunda plaza en el medio maratón de la Transvulcania. Impresionante. Ganó el Kilómetro Vertical el jueves y esta mañana, en otra exigente carrera, segundo. Por delante Aritz Egea, el vasco que tiene en su poder el récord de hacer Eriste-Posets-Eriste en tres horas.
Y el jacetano está tan exultante como cansado. “Estoy reventadísimo porque ha sido muy duro. Me va a costar recuperar un montón”, señala. El segundo puesto le sabe (casi) a victoria. Ha vuelto a sufrir mucho. Pero tampoco esto es novedad en el mundo del trail. Menos, cuando en la línea de salida tienes auténticos titanes. Los poco más de 24 kilómetros tuvieron mucho de estrategia. La carrera salió a buen ritmo. Pronto se hizo una selección y las dudas. Tirar hacia adelante o quedarse con Luis Alberto Hernando consciente de que el burgalés afincado en Jaca tracciona muy bien. “He sido valiente y me he ido hacia adelante”, relató Osanz. A falta de 4 kilómetros buscó la escapada, pero no la consiguió firmar. El esfuerzo le paso factura y en el tramo final no disfrutó como le hubiera gustado, aunque mantuvo la segunda plaza
Un paisaje brutal
Con salida en el Faro de Fuencaliente, aunque una hora más tarde que la Ultramaratón, hasta el Área Recreativa Refugio de El Pilar, la media maratón discurre por la “Ruta de Los Volcanes”, pero con una dureza añadida a la misma ya que se realiza en la dirección contraria a la habitual, con el consiguiente desnivel ascendente a superar a través de malpaíses de lavas volcánicas.
La versión corta de Transvulcania acumula un desnivel positivo de 2.097 metros y un desnivel negativo de 689 metros en una longitud de 24,28 kilómetros. Todo ello, atravensando puntos emblemáticos como el núcleo de Los Canarios, en el que el pueblo de Fuencaliente y de buena parte de la Isla de La Palma se dan cita de madrugada para animar a los corredores y corredoras a su paso. Otro punto destacado, es de Las Deseadas, uno de esos lugares que enamoran a los amantes del running por las vistas que regala.
Aritz Egea paró el crono en 2h16m46s y Osanz marcó un tiempo de 2h18m17s con los que cubrió esos poco más de 24 kilómetros y 2.097 metros de desnivel positivo de la prueba en la isla de La Palma de donde Osanz sale muy reforzado.