HUESCA | Óscar García es uno de los nuevos de esta temporada y un jugador del que Nolasco solo habla maravillas. Un central que juega y sabe de balonmano. Puede parecer algo lógico, pero no lo es. El de Puerto Sagunto se quita cualquier tipo de presión cada vez que se le dice que es eso: un jugador alabado por su técnica. Es más. Incluso hace una muesca de esas que sirven para mezclar entre sorpresa y humildad. Sí que aplica aquello de que siempre gusta que hablen bien de uno para, a continuación, fintar y decir que “estoy aprendiendo de los veteranos; de Dijà, de Adrià, de Rodrigo de Dani”.
Nacido en Puerto Sagunto vive su primera temporada en el Bada Huesca. Ya está acostumbrado al equipo y a la ciudad. Bueno, menos al frío. “Es la primera vez que he comprado una rasqueta para el coche”, afirma. Y cuando se le dice que este invierno es suave, su cara de sorpresa es mayúscula. Pero lo importante es lo que llega al cabo de la semana: Valladolid. Se reanuda la competición sobre la mítica pista castellana y hay tantas ganas de competir como de ganar. Ese partido con el que se abrió la competición 2023/24 dejó muy mal sabor de boca en el Bada Huesca. La lesión de tobillo de ‘Charly’ repercutió de forma negativa en el grupo que entró bien sobre el 40×20 y terminó deshilachado. “Es cierto -dice Óscar- que se nos quedó una espinita clavada por comenzar con una derrota y por la lesión de ‘Charly’. A ver si se repite lo de la pasada temporada, que se perdió aquí y se ganó allí”.
Si bien este Bada Huesca está armado para la permanencia, el técnico deslizó hace unas fechas, en la valoración de la pretemporada de enero, que el reto es igualar o mejorar la posición de la pasada campaña. Y esta ASOBAL está tan igualada que se está a partido y medio -tres puntos- de la sexta plaza y se ve cerca el precipicio. Bueno, a un paso. El central se quita presión y se aferra a eso del partido a partido. “Hay que ganar este fin de semana y el trabajo dirá si vamos hacia arriba o no en la clasificación”, señala. Él ya sabe cómo es vivir al filo del precipicio por sus anteriores equipos y sabe, también, que las segundas vueltas son muy distintas a las primeras. Con Sinfín hizo 9 puntos en la primera vuelta, y 14 en la segunda con importantes resultados ante Bidasoa y Granollers.