De Bonansa a Fago por el GR-15. Es el reto en el que se encuentran inmersos ‘Samu’ y Óscar Plasín. El objetivo es completarlo en cuatro días. Lo hacen a la carrera asistidos por quien es una de las referencias del trail a nivel nacional, el también altoaragonés Ramón Ferrer, Monrasín. Dos de esas cuatro etapas del reto ya los han quemado. Los 65 kilómetros entre Bonansa y Lafortunada y los otros tantos entre ese punto de la comarca del Sobrarbe y el de Linás de Broto ya están en sus zapatillas. Ahora toca Linás- Castiello de Jaca y después el broche a Fago. En bruto, unos 200 kilómetros con la cota más alta en el collado de Armeña.
La actividad no es nueva para ‘Samu’. Salvando todas las distancias se puede escribir que para él es un paseo. Dos o tres actividades de las que jalonan su amplio curriculum deportivo bastan para que otro se acodara en la barra y no parara de contar en la que está inmerso ahora. O en la cadiera a la espera de un día hacérselo saber a los nietos. ¡Y qué decir de Plasín! El oscense es un apasionado de las grandes distancias. De pruebas infinitas. Esto desliza Monrasín sobre el corredor: “Es como Óscar Pérez, cuando llevan más de 50 kilómetros en sus piernas es cuando empiezan a carburar”.
El GR-15 discurre paralelo al Eje Pirenaico. Si decidieron comenzar en Bonansa y no en Pont de Suert fue por el coronavirus y el respeto a no pasar de provincia. El ibón de Plan, Añisclo, Nerín son algunos de los lugares por los que han pasado a la carrera de una naturaleza que, tal como la describe Monrasín con una sonrisa, “está asalvajada” por la lluvia y porque durante muchos días no hubo humano que la pisara.
Y cuando el mes de mayo está ya en el inicio de su cierre se acerca un verano en el que la previsión es que el Pirineo se convierta en un escenario de retos y récords. Uno de ellos, el que calibra Virginia Pérez. La de Guadalajara afincada en Villanúa tiene diseñado ser la más rápida en hacer la Bucardada, y las cimas del Garmo Negro y Monte Perdido. Además, está diseñada una Osan Cross individual entre el 1 de junio y el 31 de diciembre y qué duda cabe de que en el Pirineo las moles de Aneto y Posets, y la Alta Ruta de los Perdidos siguen allí a la espera de ‘sentir’ las zapas más rápidas para firmar los mejores cronos.