El domingo Jorge Arcas disputará su segundo Tour de Flandes. Será su segundo Monumento de la temporada tras la Milán-San Remo. Por delante 260 kilómetros, pavés y muros, entre ellos el regreso del mítico Kapelmuur. Sagan y Van Avermaet los principales favoritos.
Llegamos al mes de abril, y eso en el mundo del ciclismo es sinónimo de clásicas, muros y piedras. La esencia de un antiguo ciclismo forjado en largas cabalgadas primaverales a través de tortuosas carreteras y caminos adoquinados abarrotados de aficionados en el corazón de la vieja Europa. Todo esto lo simboliza a la perfección el Tour de Flandes, o mejor dicho, Ronde Van Vlaanderen, para orgullo de los flamencos. Es su día grande del año, y no lo hacen coincidir con un partido de fútbol o con una gran manifestación, sino con una carrera ciclista que ya alcanza los 101 años de vida. Esta es su manifestación, el llenar las cunetas de los muros y las calles de los pueblos de banderas amarillas con leones negros. Es Flandes y De Ronde es su manifestación.
A dicha manifestación acudirá por segundo año consecutivo Jorge Arcas. El serrablés, que ya completó la Milán-San Remo, formará de nuevo en la alineación que Movistar presentará en la salida de Amberes. Ya con la experiencia del año anterior en sus piernas, en la presente edición el guión le pone como uno de los principales pilares sobre los que se sustentará la actuación de Imanol Erviti, séptimo hace un año en Flandes. Trabajar para el navarro será la consigna que reciba Arcas, y también seguir aprendiendo a disputar este tipo de carreras, quien sabe si en el futuro el puede ser el futuro Erviti, quien lidere a Movistar en este tipo de pruebas. El resto del equipo está formado por jóvenes como Héctor Carretero y Nuno Bico, grandes rodadores como Jasha Sütterlin y Alex Dowsett, y otros más curtidos como Carlos Betancur y Nelson Oliveira.
El trazado y sus principales muros
El recorrido para esta edición de De Ronde ha sufrido algún cambio significativo, si bien el concepto global de la prueba permanece intacto. Básicamente los cambios están en el traslado de la salida hasta la ciudad de Amberes y el regreso, tras cinco años de ausencia, del mítico Kapelmuur. Pero su papel no será tan decisivo como antaño, ya que el Muur está ubicado a casi cien kilómetros de meta. Donde se decidirá la carrera será en el circuito final en los alrededores de Oudenaarde, especialmente con el paso por los muros de Paterberg, Koppenberg y Taaienberg, para finalizar con el encadenamiento final a Paterberg y Oude-Kwaremont. Todo se resume en 18 muros, 260 kilómetros y unos 25 kilómetros de pavés. Duro, muy duro.
El duelo entre Sagan y Van Avermaet
Las apuestas y los aficionados hablan de un duelo entre dos, concretamente entre el campeón olímpico y el campeón del mundo. Por un lado el belga Greg Van Avermaet, el de la medalla de oro. Corre en casa y viene en una forma espléndida tras vencer recientemente en la E3 Harelbeke y en la Gent-Wevelgem. El otro es Peter Sagan, el del maillot arco iris. Éste está en forma todo el año, capaz de ganar el día que se lo proponga, como hace un año en Flandes, sin ir más lejos. Hay que añadir al belga Philippe Gilbert, que viene de exhibirse en De Panne y que tal vez sea quien lidere al potente bloque del Quick Step, ya que otro de los favoritos, la leyenda flamenca Tom Boonen, puede que tenga la mirada más enfocada hacia Roubaix.