La exigencia de la UTMB es brutal. Esos 170 kilómetros y 10.000 metros de desnivel positivo son tremendos. Luis Alberto Hernando -tres veces Campeón del Mundo de Trail y cuatro en la versión de la ISF- llegó muy justo de entrenamientos a la gran cita mundial de las carreras por montaña. Chamonix vive una semana de fiesta tremenda que tiene su punto más alto en la última gran prueba del calendario.
El burgalés afincado en Jaca llegó tan solo con un mes de preparación a la cita en los Alpes. Eso sí, intenso. Alguna de las actividades realizadas para su puesta a punto servirían a muchos para acodarse en la barra del bar y contarlo un día sí y otro también. Sabía como llegaba a Chamonix y buscó ir de menos a más.
Pero si la planificación en su cabeza la tenía controlada, el cuerpo no le acompañó. Aparecieron los problemas estomacales y tuvo que parar en el control de Courmayeur, aproximadamente en el kilómetro 70 de carrera, con la noche ya entrada.
Otros aragoneses que también partían con muchas ilusiones para firmar buenos tiempos en meta, también se tuvieron que retirar. Toño Algueta lo hizo por problemas musculares, Óscar Puyuelo, también se tuvo que retirar. La mediática UTMB la ganó Kilian Jornet, que estableció otro crono estratosférico, por debajo de las 20 horas.