El capitán de la Sociedad Deportiva Huesca firmó este fin de semana ante el Almería uno de sus encuentros más completos con la elástica azulgrana.
Pocas veces vemos a Juanjo jugar de pivote junto a un mediocentro de contención como Bambock, y para ser un de esas escasas veces, el valenciano no lo hizo nada mal desempeñando esa función de centrocampista creador. Hizo de todo: cogió al equipo y se jugó al ritmo que marcaba el veterano futbolista del conjunto oscense, tocaba, jugaba, dejaba jugar, cortaba, ordenaba,… Estaba en su salsa.
Además, Camacho no solo se ocupaba de la faceta ofensiva, pues cuando había que cortar una jugada lo hacía de raíz, como si de un central se tratase, por alto, por bajo, y es que el ’10’ ganó prácticamente todos los duelos ‘cuerpo a cuerpo’ que luchó durante el encuentro. De cara hacia la portería poco más se le pedía, pero en su empeño aún daba el máximo, presionaba, abría, movía y distribuía el juego.
Podríamos decir que el capitán es todo un incombustible, ya que, no satisfecho con todo lo que había hecho ya, en el minuto 35 un balón templado por Carlos Akapo llegaba a la testa de Camacho que solo tenía que orientarla entre los tres palos para abrir el marcador en El Alcoraz.
Corría el minuto 58 cuando Juanjo presionaba un balón controlado por los visitantes sin aparente peligro cuando, de repente, el capitán caía tendido al suelo llevándose la mano a la parte posterior del muslo, haciendo indicar lo peor que podía pasar en el partido. Con todo eso, aquejado por el dolor y saliendo en camilla, Camacho fue ovacionado por un Alcoraz rendido al laborioso trabajo que realizó durante todos los minutos en los que participó.
Bambock, asentado
Junto a Juanjo en el doble pivote frente al Almería se hacía notar la vuelta del franco-camerunés, que firmó una notable actuación, la cual lo va a llevar a consagrarlo como titular, teóricamente, hasta la vuelta de Juan Aguilera. Aún no hemos visto al Bambock que luchaba con garra todos los duelos y contenía, junto a los centrales, las embestidas del equipo rival partido tras partido, pero ya deja su marca.
Es cuestión de tiempo que el ex-futbolista del Paris Saint Germain vuelva a coger el ritmo que se le exige en una posición que, para el Huesca, está siendo un rompecabezas esta temporada.