ZARAGOZA | El Real Zaragoza se asegura su futuro con la renovación de Pablo Cortés, quizá uno de los talentos más especiales de su cantera. El mediapunta, imprescindible en el filial de Larraz en las últimas temporadas, prolonga el vínculo con el equipo de su vida. Se espera que su nuevo contrato le dé más probabilidades de alcanzar el primer equipo, que haya llegado su momento en el fútbol profesional.
“Me encanta Pablo Cortés”, dijo Víctor Fernández poco antes de hacerle debutar en Butarque. Y un descuento en el primer equipo sirvió para ver que su fútbol está hecho de zurda y de promesas. Participó en la jugada que precedió al penalti y en la celebración saltó hacia Maikel Mesa, como si el hincha que lleva dentro le ganara la partida al futbolista.
Pablo Cortés llegó hace 14 años a La Ciudad Deportiva, procedente del Actur Pablo Iglesias. Se estrenó con el primer equipo mucho tiempo después, en la pretemporada de 2021, con Juan Ignacio Martínez en los banquillos. El técnico le bautizó como Pablito en un vídeo que fue viral, tras un gol por la escuadra en un entrenamiento en La Romareda. Aquel niño, zurdo hasta cuando camina, llenó la pretemporada de ilusiones. Menudo, dueño de un golpeo propio y singular, el Pinatar Arena fue el escenario de su descubrimiento. Como el fútbol se escribe siempre desde las mismas páginas, la afición espera que vuelva a participar en el mismo escenario, esta vez con Víctor Fernández en los banquillos.
Cortés ha sido esta temporada el niño bonito del filial, un verso libre en el plan de Emilio Larraz. Feliz en un equipo que siempre se comportó como una unidad, le añadió al grupo un toque distinto, hasta parecer el mejor de todos los atajos. Cortés se prepara desde hace tiempo para su sueño: ha madurado su cuerpo y depurado su juego, hasta parecer un intérprete ideal de su técnico en el filial. Una vez firmada su extensión, parece más cerca que nunca de dar el salto hacia La Romareda. La negociación ha sido compleja, con algunos momentos de tensión y otros de incertidumbre. Y se ha resuelto por la misma razón que le ha hecho permanecer tanto tiempo a la espera: Pablo Cortés quiere triunfar en La Romareda.
De niño, Cortés oía el rumor de los goles muy cerca de su casa en Torrijo de la Cañada. A solo unos pasos de su domicilio, el Pabellón Municipal le esperaba. En aquella pared escribió su voluntad, con una letra infantil. Aún se conserva aquella pintada y todavía se leen las dos palabras más importantes de su vida: “Real Zaragoza”. También una decisión que hoy parece más vigente que nunca. Siempre que tuvo que elegir, Pablo Cortés eligió al Zaragoza.