Pablo Tomeo ha pasado por nuestro programa de cabecera, Balones Fuera, para repasar cómo está siendo su debut en la élite de la mano de la SD Huesca. Con una asombrosa naturalidad, Tomeo indicaba que todavía está en ese proceso de creerse lo que está viviendo: “Al principio no me lo creía, cuando debuté ante el Levante, pero estoy sumando minutos, haciendo las cosas bien, y espero seguir formando parte del once”.
Tomeo ha participado en los seis partidos que ha disputado el Huesca en este comienzo de temporada, con un total de 430 minutos. En ese apogeo de haber pasado de jugador del filial a futbolista de la primera plantilla oscense, el de Teruel se queda “con las críticas, que es lo que te hace mejorar”. “Estamos para jugar y hacerlo lo mejor posible, no se te tienen que subir los elogios a la cabeza“, explicaba Tomeo al respecto.
En cuanto a su rendimiento, el ’32’ es consciente que “el trabajo defensivo lo hago bastante bien, porque abarco mucho campo y tengo recorrido”, pero reconoce que “con balón tengo que mejorar. Tanto a mí como al equipo le puede ir bien, para dar mejor salida y poder tener más posesión”.
Ambriz ya se fijó en Tomeo
El canterano llegó al Huesca con 17 años para jugar en el juvenil, procedente del Andorra de Teruel. En la capital del Alto Aragón ha compaginado su papel como futbolista con los estudios de Magisterio que acaba de terminar. El curso pasado ya hizo la pretemporada con el primer equipo azulgrana, aunque no llegó a debutar. “Ambriz me transmitía que si seguía así podía tener la oportunidad de entrar, pero se fue y no pudo ser así”, comentaba Tomeo.
Tomeo se muestra ambicioso de cara al objetivo del Huesca en la presente temporada, que no es otro que alcanzar cuanto antes los famosos 50 puntos. “La Segunda es una categoría muy difícil. Se basa en los partidos finales. Hay que estar lo más arriba posible y luchar por lo más alto“, deslizaba. El aragonés, cuya renovación está en marcha, espera seguir en el club oscense por mucho tiempo.
A Tomeo, por su tipo de juego, sus compañeros le apodan “el pulpo de Teruel“. Y es que su ídolo futbolístico no es otro que Sergio Busquets. Reconoce que los jugadores del Huesca dan muchos consejos, sobre todo los veteranos, y que el azulgrana que más le ha sorprendido ha sido Patrick Soko.