Pacheta, técnico del conjunto oscense, subrayó que es un entrenador “pasional” y de allí su comportamiento al final del Huesca-Osasuna y de cualquier otro encuentro. Ha incidido en la rueda de prensa que “me dedico a entrenar y mi pasión por ello me lleva a veces a hacer actos que luego hasta me puedo arrepentir. Mi pasión por este equipo y por esta entidad me lleva a tomar decisiones de este tipo”. Y es que lo ha enmarcado en un tema “de amor por mis jugadores”, porque cuando los ve sufrir y no puede hacer nada por evitarlo intenta buscar una fórmula de evasión.
El técnico se ha tomado unos segundos de respiro antes de responder cuando se le ha preguntado si ha perdido la confianza en algunos jugadores como Ontiveros u Okazaki o si ha faltado fe para conseguir la victoria. “La fe es lo que nos mueve. Y casi hemos perdido el partido porque hemos querido ir a por el partido. Somos un equipo que sigue siendo muy valiente”, ha dicho. Y en relación a los jugadores con nombre propio lo ha negado y precisado que “podemos jugar con 16 de 25 y decidimos por unos u otros dependiendo de muchos factores. No voy a perder la confianza en los jugadores que tengo. Cuando llegue el final de liga tomaremos decisiones, pero en este momento tengo que sacar el máximo rendimiento de los que creo que son los más válidos para sacar un partido”.
Pelear y limpiar cabezas
El técnico ha subrayado que se marcha del partido con la sensación “de haber tenido los tres puntos en la mano”. Y ha afirmado que “sumar siempre es bueno”. Además, ha recalcado que “hemos ido a por los tres con suficientes aproximaciones y ocasiones para haber hecho gol. Tenemos que seguir peleando y trabajando”. Pacheta ha deslizado que va a dejar dos o tres días de descanso para “limpiar” las mentes gracias al parón por las selecciones y a por el Levante.
Respecto a Vravo ha comentado que el lunes se le hará una radiografía para determinar el alcance de la lesión.