Dos partidos llevamos ya desde el cambio de titular en el banquillo. Mejor imagen, sí. Competimos en defensa complicando mucho a nuestros rivales.
Gastón Silva y, sobre todo, Doumbia, resulta que sí podían aportar algo a este equipo. Sin alardes, también conviene puntualizar. La plantilla es muy, muy, pero que muy justa para la categoría.
No dan más de sí. Son ya 4 partidos sin meter gol y eso condiciona todo. Próximo rival: Valladolid. Ganando, bocanada de aire para el moribundo. Perdiendo o empatando, hora de elegir ataúd, a falta de que las matemáticas certifiquen la defunción deportiva de nuestro equipo.
El cambio en el banquillo llega un mes tarde y llega sin refuerzos. Con estas circunstancias, Capello, Cruyff o el mismísimo Luis Aragonés, no creo que hubiesen obrado el milagro.
Tarde.