El muerto respira. Los jugadores de nivel que tenemos (Vavro, Seoane, Mir …) colocados en su sitio y con la fe de este entrenador nos hacen creer que es posible el milagro. Muy difícil, cari imposible, pero el Huesca hoy ha demostrado que quiere. Que subió por méritos propios, que cuando ha tenido un entrenador con tablas ha sabido pelear y que en los 9 partidos que faltan se van a dejar todo en el campo.
Vamos justos de calidad, cortos de banquillo y viene plaga de bajas por tarjetas, pero lo van a pelear. Y hasta el último día este Huesca es de Primera. Y si nos saben ganar bajaremos, pero van a tener que sudar sangre. Porque Pacheta les ha hecho a todos ellos de una secta que el preside: la de la ilusión.
Vamos Huesca y gracias por dejarnos soñar un poco más.