Paco Jémez representa el fútbol alegre y atrevido, el juego sin corsés. Ver a sus equipos y recordar sus años como central en La Romareda permiten proyectar una idea: el Paco Jémez futbolista nunca hubiera podido jugar en un equipo entrenado por un técnico como él.
Jémez, nacido en Las Palmas pero apadrinado por Córdoba, es un técnico innovador. Es capaz de ensayar cientos de mecanismos para mejorar el fútbol de posición de sus equipos, de cambiar sobre la marcha, de aplaudir el fútbol sin complejos. Y es también un tipo radical, de carácter, que aparece siempre como el mejor defensor de su idea.
Su llegada a Ibiza lo ha cambiado todo. El club balear ha pasado de mirar el descenso a bordear los puestos de playoff. El balance ya está escrito: 13 goles a favor y solo 3 en contra. Tres triunfos plenos, primero ante el Fuenlabrada (1-2), después frente al Alcorcón (6-2) y la victoria más redonda ante el Málaga (0-5).
La trayectoria de Paco Jémez y sus vínculos con el Zaragoza
Jémez confiesa a menudo que algún día entrenará al Real Zaragoza. Mientras tanto, ha dejado huella en casi todos los sitios en los que estuvo (Córdoba, Cartagena, Las Palmas, Rayo Vallecano, Granada y Club Azul). En sus equipos, fue capaz de cambiar la percepción de la grada; permitió que la afición valorara la combinación y no el juego directo, la verticalidad y no el fútbol matemático, el riesgo y no la precaución.
En solo tres encuentros ha conseguido que se hable más que nunca del Ibiza. Y no parece casualidad que uno de los técnicos más auténticos del país haya encontrado su sitio en un equipo absolutamente singular. La Unión Deportiva Ibiza solo tiene un lustro de vida y toda la ilusión del mundo.
“La dinámica del equipo me encanta. Me recuerda a mis primeros años en el Rayo Vallecano. Huelo y respiro lo mismo que olía y respiraba allí. Conseguimos cosas históricas entonces, ojalá sea premonitorio aquí”.
Amadeo Salvo abandonó Valencia y construyó poco después un equipo lleno de ambición. Jémez, seducido por la valentía del proyecto, encaja a la perfección en el plan de crecimiento del presidente. Además, en Ibiza se ha encontrado con Fernando Soriano, que lidera la dirección deportiva. Los dos, Soriano y Jémez, compartieron vestuario en el Real Zaragoza y buscan en secreto el mismo objetivo que lograron hace 20 años en La Romareda: el ascenso a Primera División.
En Ibiza disfrutan de los primeros pasos del técnico por su banquillo. Han descubierto a uno de esos entrenadores que prefieren perder con su estilo que ganar con el de otro. A un técnico que decidió hace tiempo que nunca se traicionaría a sí mismo.
Tras acabar su primer partido en Can Misses, Jémez dejó claras las líneas maestras de su propuesta:
“Me gusta jugar al fútbol y proponer, ser valiente. No soy de tirar los partidos, me gusta ganarlos a nuestra manera. Si eso implica que encajemos algún gol, lo asumiremos. Pero defiendo un fútbol que nos haga sentir y disfrutar”.