HUESCA | El Bada Huesca acaba de caer sobre la mítica pista de Huerta del Rey donde Valladolid siempre suspira por ser quien fue. Ha perdido 24-21 y a brochazo grueso se puede explicar con los 4 siete metros fallados y las dos últimas acciones cuando estaba todo (casi) perdido y aún así tampoco se acertó a llevar la redonda a la red del siete castellano. Cuando estás como estás, esas cosas son las que te terminan por hundir.
Lo mejor de este Bada Huesca es que sigue siendo competitivo, que su grandeza descansa en el equipo y que solo el equipo será capaz de salir del sur de la ASOBAL. Sigue compareciendo con bajas importantes, pero tampoco se puede estar lamentando de ello jornada tras jornada. Arrancó el siete altoaragonés de forma brillante. Ocho minutos tardó Valladolid en enviar la redonda a la red de Arguillas que en los primeros 15 minutos acumulaba un 50% de acierto bajo palos. El problema para los intereses altoaragoneses estaba en la otra costa; Bar respondía con un 40% de acierto.
Los altoaragoneses han masticado cada ataque. Ya lo había dicho Nolasco en la previa, que las prisas son malas consejeras, que el equipo tiene urgencia por sumar puntos, pero que no debe caer en la precipitación. Cuando no lo hizo estuvo bien; cuando quiso poner un punto más, se precipitó. Tampoco ayudaron algunas decisiones arbitrales, que desquiciaron a Miguel Malo y excluyeron al preparador tras una intensa protesta al filo de concluir el primer acto.
Bada Huesca mantuvo la pugna con Valladolid y se deshilachó para irse al descanso 3 abajo (14-11). con dos fondos de armario tan distintos, la sensación es que el siete castellano iba a firmar una segunda parte con más contundencia. Los Martínez, Dimitrioski, Pizarro, Pisonero y compañía arman una buena escuadra. Y sin embargo, el siete altoaragonés respondió con su razón de ser: equipo. Malo, Ignacio Suárez, el brutal trabajo de Parera en el pivote no es que dieran un soplo de esperanza para conseguir los dos puntos (19-20 que llevó a Pisonero entrenador a cambiar de porteros) es que el siete castellano sintió ese empuje. Tuvo que subir su intensidad defensiva y utilizar sus mejores armas: Alvaro Martínez, Pisonero y Toledo para evitar el descalabro.
El esfuerzo de la tropa de Nolasco era considerable y el problema es que se dejó el partido en pequeños detalles y en otras cosas, como la decisión en el 23-21 de darle la bola a Valladolid cuando la sensación es que un defensor castellano le había dado en la cara a Miguel Malo en ataque. Este Bada Huesca deja la sensación de que compite, pero para ganar necesita alistar a quienes no están y bordar un encuentro de champán y fresas.
FICHA TÉCNICA
BM Valladolid: Bar (p, 1), Manu García, Oliveira, Pisonero (5), A. Martínez (5), M. Martínez (1), Dimitrioski (5). Siete inicial. Forns (ps), Toledo (4), Abdelazize (1), Karapalevski, Edu Calle, Pablo Herrero (2), Pedro, Papperitz, Ribeiro.
Bada Huesca: Arguillas (p), Charly (2), Óscar García (3), Frank Cordiés (3), Ian Moya, Miguel Malo (3), Adrià Pérez (5), Siete inicial. Gabor Decsi (ps), Artur Parera (1), Ignacio Suárez (2), Rafa Paulo (1), Samuel Cordiés (1), Bruno, Nasarre.
Parciales cada cinco minutos: 0-2, 4-4, 5-6, 7-8, 12-9, 14-11 (descanso) 16-15, 17-16, 18-19, 20-20, 22-21, 24-21.
Árbitros: Fernanda Espino-Víctor Navarro. Excluidos Miguel Martínez, Abdelazize, Toledo por Valladolid; Miguel Malo, Frank Cordiés, Artur Parera, Nolasco por Bada Huesca