HUESCA | El técnico del Bada Huesca ya había dicho en rueda de prensa que se jugaría a lo que el Barça quisiera. Es tanta la diferencia que el conjunto catalán puede hacer con cualquier rival lo que quiera. En cuanto lo necesita pone la marcha necesaria y se va en el electrónico. O en otros casos decide tomárselo con cierta parsimonia. La única seguridad es que el equipo de Ortega gana en las competiciones nacionales al paso de la oca o al paso que le dé la gana.
Los primeros quince minutos del partido de esta tarde en el Palacio han dejado ver a un Bada Huesca inspirado, con un Gabor Decsi bajo palos que ha firmaba un 50% de acierto en los quince primeros minutos ante un Barça que jugaba con motor diésel.
A los cinco minutos, Frank Cordiés se retiró con molestias y entró en el 22. El susto quedó en nada. Menos mal. El partido solo tenía la incógnita por despejar la de cuándo el Barça iba a decir aquello de ‘Esto es todo amigos’. Es que es un equipo de dibujos animados. Hace las cosas fáciles. Nielsen, un porterazo con cara de niño, echó la cancela y empezó a arruinar los ataques de un Bada Huesca completamente desactivado; era parada y contra. Así, el Barça te acribilla.
Y del 5-5 con 15 minutos de juego se pasó a un 5-9 sin llegar a los 20. El Barça se puso en modo tuneladora y acabó la primera parte con un claro 7-16. El Bada Huesca topaba contra un 6:0 férreo, un bosque de tipos muy grandes que cerraban huecos y anulaban a Parera que no le llegaba la redonda con claridad y cuando lo hacía aparecía Nielsen para apagar la luz.
El segundo acto fue más de lo mismo. Bada Huesa se movió en el deseo de competir ante un gigante y dejar la mejor imagen ante una afición que siempre aplaudió cada gol y cada buena defensa. El Barça puso sobre la pista a Filip Saric –hijo del mítico Danijel Saric- con Mem, Petrus y Bazán de guardia pretoriana. En el minuto 40, Arguillas entró por Gabor Decsi.
El ritmo que impone el Barça en cada partido es brutal. Agotan por calidad y porque chocar contra tipos así te consume la energía. Y eso implica que los fallos se incrementen contra un rival que es como un equipo de demolición. Sin llegar al minuto 45 dominaban 14-26 en un partido que ya no existía y con un Nolasco vehemente con los suyos por los fallos en las pérdidas de balón.
Cangas, el domingo
En una temporada para un Bada Huesca donde todo se torció desde el primer momento por cosas ajenas y propias, toca cerrar filas y prepararse para jugarse la permanencia contra otros equipos. Cerrado el duelo contra los primeros espadas de la ASOBAl en una segunda vuelta donde solo se consiguió sacar los dos puntos en juego contra Cuenca toca vivir partidos a “vida o muerte”.
La afición respondió -2.372 espectadores- a la cita contra el Barça y se necesitará redoblar el apoyo este domingo contra los gallegos. Allí tiene que poner pie en pared la tropa de Nolasco y empezar a acortar distancias contra sus rivales más directos.