Toda reanudación de competición está abierta a la sorpresa. Y las segundas vueltas poco tienen que ver con lo disputado hasta la fecha. Más cuando regresas tras más de un mes de parón. Con una pretemporada de por medio hay tiempo suficiente para ajustar piezas, para borrar lo mal hecho y para tejer un camino de esperanza cuando tus objetivos no están consolidados.
Si Nava le planteó al Bada Huesca en la ida un ataque de siete contra seis, en esta ocasión no existió. Era previsible. Tampoco es el mismo entrenador. Y en Huesca, en el Bada Huesca de Nolasco, había cierto respeto a este Nava de Zupo Equisoain. ¡Qué decir del navarro! Lo es todo, lo ha sido todo en el balonmano. Y ya se sabe que un Zupo enfurecido es mucho Zupo. Hace mejores jugadores de lo que se pudiera pensar y Nava ha buscado en este técnico la palanca para su salvación.
El Bada Huesca sigue a lo suyo. Cerró una primera vuelta -le falta el partido contra León- en una quinta plaza y no quiere sorpresas. Su abc es el del balonmano. Un buen bloque, solidaridad defensiva y recursos en ataque. Ya dice Nolasco que cuando las cosas van bien para qué las vas a cambiar. Y en eso se mantiene. Algún retoque para no ser previsible y a lo de siempre. Monta un 6:0 de granito y corre.
Un partido de desgaste
Con dos equipos en defensa 6:0, el partido empezó con ambos porteros anulando los lanzamientos rivales. Los más de 200 centímetros de Simenas topaban con Espinha y Lamariano paró los dos primeros lanzamientos de los altoaragoneses. Bada abrió el electrónico con Rodrigo Benites desde el pivote y desde los 7 metros lo equilibró Pérez Arce. Que el partido iba a ser de desgaste parecía claro. El partido entró en un calco y copia. A la buena defensa de uno le sucedía la del otro, a una parada otra parada, a una contra otra contra, a un gol rápido un gol rápido. El ejemplo más claro de que había juego, pero no gobierno.
Si Nava montó un 6:0 donde destacó el poderío de Simenas, Bada no renunció a atacarlo. Tiene dos buenos pivotes como son Montoya y Rodrigo Benites y tanto los extremos Carmona como Adrià percutieron para ganar posición y crear dudas en la defensa castellana. El 6:0 de Bada tuvo en Rodrigo Benites y Gucek a sus jefes ante la falta de minutos de Asier Nieto con problemas en un dedo de la mano. Nolasco decidió regularlo al máximo.
El 12-9 al filo del minuto 21 fue la primera diferencia importante de Bada. En la guerra de desgaste empezaba a ser mejor gracias a su defensa y a un Espinha por encima del 40% de acierto. Un gol de Adrià Pérez, que le costó exclusión a Andrés Alonso, llevó la diferencia a 13-9 con Espinha parando una bola a Rosales cuando lo difícil era fallarla. Zupo Equisoain paró el reloj y Nolasco aprovechó la diferencia para administrar el tiempo de sus jugadores. En el 24 reordenó la tropa porque el partido estaba en ese punto donde Bada podía estirar más aún la diferencia.
Tioumentsev, faro y guía
El segundo acto se abrió con los mismos protagonistas que iniciaron el partido y bola de arranque para el Bada Huesca. Pérez Arce le sacó una exclusión a Gucek, pero no sacó partido el Nava de la salida de pista del defensor del Bada para dejar el 16-13 3n el marcador. Luego sí lo sacaría Ajo. Los segovianos subieron su defensa ante un Bada que seguía teniendo en Tioumentsev a su compás y su lanzamiento para desatascar la situación cuando era necesario.
Tremendo Espinha
La segunda exclusión de Mota, en el 36, no era buena noticia para Nava. El exBada Huesca estaba siendo un puntal y con tanto tiempo por delante tocaría racionar su juego. Y claro, mientras Espinha a lo suyo, subiendo su porcentaje de paradas (44,4%) para un Bada con cada vez más mando en plaza. Bada se empezaba a gustar. Su 6:0 era pétreo. Un bosque de piernas y brazos muy difícil de superar. Zupo volvió a parar el reloj en el 39. El 20-13 empezaba a pesar. Y le vino bien repensar para poner un 21-16 en el marcador poco después.
Cuando Bada puso a su segunda unidad, Nava se encontró mejor. Enjuagó diferencias de -6 y un par de siete metros firmados por Pérez Arce alimentó la esperanza de conseguir un resultado positivo después de ir todo el partido a remolque. Con 26-23, en el minuto 54, Nolasco paró el reloj. Esa sensación de que el partido no lo terminaba de cerrar flotaba sobre un Palacio sin afición. Nava dejó su 6:0 para que los penúltimos tocarán más y un 7 metros fallado por Pérez Arce ante Arguillas, que hubiera limado diferencias cayó como una losa. Más cuando Montoya, tremendo, marcó el 28-23 a poco más de tres minutos del final.
El partido ya estaba concluido y la victoria se queda en casa del Bada Huesca que sigue aspirando a lo más alto en el reinicio de la Asobal.
Ficha técnica
Bada Huesca: Espinha (p,1), Carmona (2), Joao Pinto (3, 1p), Tioumentsev (6), Rodrigo Benites (3), Gucek, Adrià Pérez (4). Siete inicial. Dani Arguillas (ps), Montoya (4), Marcelo (3), Sergio Pérez, Asier Nieto (1), Malo (1), Domingo Mosquera (1), Lucas.
BM Nava: Lamariano (p), D’Antino (4), Ajo (7), Mota (1), Simenas (2), Pérez Arce (5, 3p), Óscar Marugán. Siete inicial. Patosky (ps), Vujovic (1), Gabriel Moyano, Seabra, Villagrán Marugán (1), Andrés Alonso, Monteiro da Silva (3), Adrián Rosales (1), Bernabeu.
Parciales cada cinco minutos: 1-1, 4-4, 7-7, 11-9, 14-10, 15-12 (descanso) 17-13, 20-14, 24-17, 25-19, 26-23, 29-25
Árbitros: Javier Álvarez- Carlos Luque (Euskadi-Cataluña). Excluido Joao Pinto (2), Rodrigo Benites, Gucek, Malo por el Bada Huesca y Mota (2), Andrés Alonso, Adrián Rosales por el Nava.