El Bada Huesca se fía muy poco de que el partido de este miércoles contra Cangas sea cómodo. En este momento el siete gallego se abraza al descenso. Y la salvación la tiene a un punto. Guadalajara recibe a Cuenca y ya se sabe que a estas alturas de la historia se juega sobre más de una pista.
Ni que decir tiene que tras la victoria contra León, el Bada Huesca está en la cresta de la ola. Queda muy poco para acabar se le pide cinco últimos esfuerzos y dos de ellas llegan en la misma semana. Y es que tras Cangas, el domingo jugará sobre el 40×20 de Puerto Sagunto, también, con el único objetivo de conseguir la permanencia.
José Francisco Nolasco, entrenador del Bada Huesca, traza cierto paralelismo entre las necesidades de su siete y el de Cangas. Los dos pugnan por objetivos distintos, pero para lograrlos, dice, sobre un Cangas que llegará a Huesca después “de salir del Covid lo que les hizo estar en cuarentena”. La pandemia sigue condicionando el calendario al norte y al sur de la Asobal, y rivales directos del Bada tienen partidos pendientes por disputar.
Quien piense que por la posición en la tabla, el partido de este miércoles en el Palacio -hasta 300 socios pueden entrar-, Nolasco ‘contraataca’ con el histórico más reciente del equipo gallego: en su casa ganó a León, cayó por la mínima a Puente Genil que ganó en el último segundo. “No va a ser nada fácil”, subraya.
Cangas llega con una combinación de jugadores jóvenes y otros con experiencia suficiente para complicar la vida a cualquiera de sus rivales. En el partido de la primera vuelta, Bada ganó con suficiencia, sí, pero “seguro que no se va a repetir. Va a ser un partido muy duro. Cuando queda tan poco todo se hace muy complicado”, explica Nolasco.