HUESCA | A la pregunta de por qué te gusta el balonmano acaba de responder el Bada Huesca con su victoria sobre el Ciudad de Logroño. La tropa de Nolasco está de dulce. Le ha venido de lujo la pretemporada de enero. Se comió a Valladolid, quinto clasificado, en Huerta del Rey, y se acaba de cenar al siete riojano, cuarto, en el Palacio de los Deportes. Ganar siempre es satisfactorio. Hacerlo contra un equipo con una calidad bárbara y al que consigues anular y desquiciar a base de esfuerzo, tesón, sacrificio y cabeza es puro lujo.
Siempre se dice que este Bada es por encima de todo un equipo, que carece de tipos de esos que te resuelven los partidos en momentos concretos, que se juegan las bolas calientes,, esas que se reservan para los cracks. Pues el Bada, hoy, acaba de derribarlo. Cuando lo ha necesitado ha salido Mosquera para arruinar cualquier esperanza riojana, cuando Logroño puso un 3:3 que descolocó el ataque del Bada allí salió el doctor Malo para ajustar las cosas, cuando parecía que el juego con el pivote se ofuscaba ante un meta como el egipcio Aly, Rodrigo Benites encontró los huecos con su bisturí para llevar la redonda a la red.
Logroño, cuarto de la ASOBAL
Y luego la elegancia de Adrián, la sobriedad defensiva de Gucek, el balonmano de Óscar y de Frank y palabras mayores para un Ian Moya, que lleva un par de partidos inmenso. Le toca jugar en una posición que no es la suya, en el extremo derecho, y en los dos lados de la cancha, y desdoblándose en el pivote y qué bien le sienta al equipo que el ilicitano dé un paso adelante. Además, ha vuelto Ignacio Suárez.
El partido arrancó con esa sensación de que si el Ciudad de Logroño es cuarto de la ASOBAL no es por casualidad. Tiene mucho balonmano, y la calidad del grupo implica variantes; en ataque y en defensa. Y hacerle 3 goles en 47 minutos a un equipo que tiene bajo palos a uno de los mejores porteros de la ASOBAL -hoy ha jugado su último encuentro con los riojanos- más los Rolando Urios, Ponciano, Zaja o Palomino no es fácil.
Arrancó el primer acto con Ciudad de Logroño dominando en el electrónico ante un Bada siempre a remolque, pero que no se descolgaba. Nunca se fue abajo la tropa de Nolasco ni cuando la diferencia se iba a dos; o metían los altoaragoneses o paraba Dani Arguillas. El veterano portero ha vuelto a sujetar al equipo cuando más lo necesitaba. A vuelto a frenar al ataque rival en momentos clave, en paradas desde los 6 metros con la posición ganada o en un par de contras. Brutal. La primera parte se cerró con gol de Malo desde los 7 metros donde sigue siendo un ‘killer’.
Victoria capital del Bada
En el segundo acto llegó a tener Bada una diferencia de +5 (30-25) en el minuto 47 cuando Logroño puso una defensa 3:3. Antes había estado en 6:0, con los penúltimos tocando, en 5:1. Es lo que tiene una plantilla variada. Con el 3:3, Bada lo pasó mal. Más cuando perdió un par de bolas. A cinco del final, Logroño se puso a 2 (32-30) y lejos de perderse en nervios, en un partido pleno de tensión con tangana incluida cuando el partido expiraba, supo coser una victoria capital.