HUESCA | El Peñas acaba de derrotar al Ponferrada y firma dos de dos. Inmejorable inicio en LEB Plata para alegría del equipo y de la directiva. Rafa Sanz demanda equilibrio como la mejor fórmula para hacerse con un partido. Su propuesta es atacar bien para defender mejor y viceversa. Por eso, cuando ese baloncesto no se ajusta, empiezan los problemas. Ponferrada robó dos bolas para correr y puso un parcial de 9-10 mediado el primer acto para dejar claro que había partido y que Peñas no podía bajar el pistón en su debut en casa. Altoaragoneses y leoneses jugaban calco en fallos y en aciertos con lo que las diferencias eran exiguas. Que iba a ser un partido físico era tan certero como fallón desde el exterior y en canastas fáciles.
A falta de acierto, ambos quintetos se prodigaron en buscar la canasta en la segunda jugada. Un robo de Nogués habilitó el 20-15 y dejaba esa sensación de que este equipo goza de importantes talentos, de jugadores con un futuro más que prometedor. Un triple de Rubín de Celis y un costa a costa de Bastante puso la máxima diferencia (24-17) en el marcador y Ponferrada paró el reloj. Eran los mejores momentos del Peñas, que defendía perfecto y conseguía canastas fáciles para meter el 30-17 en el marcador. Ponferrada volvió a parar el reloj. Más que por la diferencia por cómo se iba Peñas. Además, se empeñó en acortarla con triples y el aro escupía la bola sin remisión. Un parcial de 22-6 dejaba claro el dominio sobre el parquet para una primera parte que la cerraba Peñas seguro de su juego y con el rival sin encontrar su sitio.
La segunda parte se abrió con un triple de Kumpys y cierta sensación de que muy mal se le tenían que poner las cosas a los de Sanz para no firmar su segunda victoria consecutiva. Después de 1º tiros desde la línea de tres, entraba el primero de Ponferrada por Jorge Rodríguez que se jaleó desde su banquillo como si no hubiera un mañana. Y Rodríguez metió el segundo triple con lo que Ponferrada se puso a 11 (44-33) y se acababa cierta placidez en los locales. Un triple de Stümer y una buena defensa del mismo jugador a continuación puso cierta paz.
Sanz anuló el tiempo muerto pedido tras el triple de Morales. Sus chicos reaccionaron y desanduvo la petición. El partido estaba un tanto roto. Lo mejor era que los leoneses se empeñaban en acortar la diferencia desde la línea de tres y no terminaban de pasar la bola por el aro. Ponferrada cerró más su defensa y más de una acción encendió a la grada. Que había partido estaba claro y que había que manejar las pulsaciones, también. El desacierto de Peñas con canastas fáciles le pasó factura. Sin duda le dio vida al rival para abrir el último cuarto con un 51-44 en el marcador; de ver el partido perdido a tenerlo vivo.
Rubín de Celis abrió los últimos diez minutos con un triple estratosférico. Ponferrada había mejorado mucho su defensa, cerró las líneas de pase y el Peñas se ofuscó. Sanz paró el reloj con 54-50 y 8,21 por jugar. A los fallos de canastas fáciles de los de Sanz se cosieron dos ataques perdidos del rival que eran oxígeno para los de casa. El triple y la contra firmada por Stüner fue caviar con 6 minutos para acabar y llevaba la diferencia a +10 (62-52). El final fue un quiero y no puedo de los leoneses ante un Peñas que, simplemente, fue mejor.
Ficha técnica
CB Peñas: Stümer (15), Sola (2), Rubín de Celis (10), Iglesias (7), Bastante (8). Quinteto inicial. Scariolo (4), Chapero (6), Nogués (2), Kumpys (20), Malo (4). Gallego, Lascorz.
Ponferrada: Merlo (4), Córdoba (9), LLetter (6), Waleson (10), Harguindey (4). Quinteto inicial. Hierrezuelo (8), Moncanut (11), Jorge Rodríguez (9), Val, Simo, Morales (5), Tshilumbu.
Árbitros: González-Marchiano.
Parciales: 15-15, 22-6, 14-23, 27-22