HUESCA | Para que el Bada Huesca ganara al Ciudad de Logroño sobre el 40×20 tenía que firmar un partido perfecto. Más con las bajas. Más cuando Moya se lesionó en un tobillo, aunque luego volvió a la pista, porque Adrià empezó y también se tuvo que retirar con problemas en el primer acto y porque en el minuto 23 Gucek vio su segunda exclusión. Y más, porque tal como estaba previsto, el cuerpo técnico llegó con la idea de hacer un sudoku debido a la baja de los dos extremos derechos naturales, Carmona y ‘Charly’. Y con todo ello acaba de empatar y sacar un punto que le debe saber a gloria.
Para suplir las bajas, la primera idea fue colocar a Ian Moya en ese extremo y luego, con los minutos que se quedó fuera con dos pivotes en ataque. En defensa, era Mosquera quien se iba al extremo y el extremo de dos. Y con ello, pinturas de guerra y a buscar la victoria desde la defensa. Arguillas era la última frontera. El capitán sacó varias bolas importantes y eso sirvió para crecer. La conexión con Rodrigo Benites fue brillante y Dijà empezaba a firmar el partido que se espera de un central con veteranía y magisterio.
El esfuerzo de Bada fue sobresaliente. Más cuando la semana tras la derrota contra Valladolid ha sido difícil y chocar con los riojanos es una labor de desgaste. Es lo que ocurre cuando te mides contra un siete con recambios, que tienen centímetros y kilos en su primera y en su segunda línea. Y el Bada siempre ha estado allí. Acabó el primer acto con un empate sobre la bocina gracias a un lanzamiento de Dijà, pero el siete altoaragonés fue quien llevó el peso del partido. Con su juego desdibujó a un siete riojano que igual pensó que iba a un partido de campo y playa.
Y no. Aguantó el siete riojano el empuje porque tiene a tipos de indudable calidad. Tras el paso por vestuarios fue otro. Entró en el segundo acto como un avión. Marcó distancias y a mandar en el electrónico ante un Bada que no se vino abajo. La tropa de Nolasco era consciente de que no podía dejarlo marchar. Para ello, lo primero era no irse abajo. Sujetó al equipo Terçariol, se volvió a aplicar en defensa y a marcar. El Bada Huesca traccionó contra el Ciudad de Logroño a la perfección. La noticia era que Rodrigo Benites fallara ante Plasic o que Cordiés -excelso también- no incrustara la redonda en las redes riojanas. Se cita a pivote y lateral, pero vale cualquier nombre. Nadie dio una bola por perdida, nadie se arrugó y se empató cuando no te puede temblar el pulso. Con 30-29, Cordiés puso el empate con un misil.
Ficha técnica
Ciudad de Logroño: Plasic (p), Palomino (6), El Korchi, Cadarso (4), Zaja (3), Rolando Uríos (3) Soler (6). Siete inicial. Aly (ps), Preciado (1), Alves Ponciano (4), Javi García (3).
Bada Huesca: Arguillas (p), Adrià Pérez, Cordiés (8), Mosquera (4), Rodrigo Benites (8), Gucek, Moya (2). Siete inicial. Terçariol (ps), Cánovas, Danylo, Miguel Malo (3), Dijà (4), Floris (1), Cánovas.
Parciales cada cinco minutos:2-3, 3-5, 3-7, 5-8, 9-10, 14-14 (descanso) 17-16, 19-18, 22-20, 25-24, 28-27, 30-30.
Árbitros: Jesús y Jorge Escudero. Excluidos Rolando Uríos, Soler, El Korchi por el Ciudad de Logroño ; Gucek (2), Cordiés