El Huesca no ha pasado del empate contra el Alcorcón en El Alcoraz. cierra el año con las mismas dudas y la impotencia de no poder ganar al colista. Desde octubre, los alfareros siempre habían recibido un gol. Ya tiene otra muesca más en su revolver. Ahora será desde diciembre. Es cierto que el Huesca de Xisco sigue sin perder seis partidos después. Si quieres ser optimista, perfecto; si quieres ser realista está claro que el equipo ha gripado.
Es cierto que se puede sacar como escudo el larguero de Pitta, la ocasión posterior del paraguayo a bocajarro que se la sacó Suárez, que apretó en el tramo final después de muchos minutos de tedio. Pero la realidad es que enfrente tenía al colista, que le bastó ser ordenado y lógico para llevarse un empate.
Un punto pésimo… para los dos
Es cierto que las tablas le valen de poco, pero para los madrileños el punto es mucho mejor que para el Huesca. Más cuando Xisco Muñoz le había dado mucha importancia a este encuentro tras caer eliminado en Copa. Eran tres puntos para ubicarse, para que los que van por delante sintieran la presión. Incluso para que en el mercado de invierno que llega ya, el Huesca fuera mejor mirado.
Xisco Muñoz reajustó su tropa con Cristian por el puesto del sancionado Ignasi Miquel y entró el hombre del frío por Mosquera. El vasco, ya se sabe, cuando el mercurio se desploma es feliz. Así que igual fue Mikel Rico el único contento en una gélida tarde. Y en punta, la referencia para Gaich con Joaquín por el lado derecho. El Alcorcón se plantó bien sobre El Alcoraz. Cogió el mando del partido, aunque el primer aviso lo puso Joaquín. Lástima que el balón lo lanzara con su zurda tras una gran jugada producto de un mal pase de los alfareros. Los madrileños respondieron a la jugada siguiente exigiendo J. Hernández a Andrés para arruinar la ocasión. Así las cosas, el partido se animó… lo justo.
Desactivar al Alcorcón iba a ser trabajo de pico y pala si no se le pillaba en una contra. Con cinco defensas atrás y cuatro por delante buscaron tapar huecos e incomodar la producción de Seoane y Nwakali. El Huesca era más peligroso cuando le pillaba la espalda. El Alcorcón, por su parte, con un activo J. Hernández al que hubo que frenar de forma contundente. El Huesca no estuvo cómodo en los últimos metros porque no encontró el pase decisivo y buscó soluciones individuales.
Entró el canterano Manu Rico
El paso de los minutos sirvió para que el Alcorcón diera que pensar sobre esa última plaza donde ancla. Compitió en plano de igualdad con un Huesca hecho para más, pero que está donde está. Por eso duele tanto el empate. Por eso sabe a poco. Y por si fuera poco, Ratiu, con amarilla desde el minuto 1, se jugó la segunda cartulina en un par de acciones. En el segundo acto, Xisco sacó del campo a Cristian y entró el canterano Manu Rico, que debutó en liga con la SD Huesca. Y el Alcorcón, también agitó el banquillo.
El partido entró en una fase anodina. Dos equipos necesitados de sumar los tres puntos en juego, pero carentes de ocasiones claras. Cualquier llegada era celebrada. Al menos, dar algo de palmas en una tarde gélida y en un partido que, conforme pasaron los minutos, iba para castañazo. Eso sí, Pitta sacudió el frío con un balón al larguero. El eterno casi. El partido entró en la recta final con prisas. Xisco puso sobre el campo a Escriche por Rico (Mikel) y el Alcorcón se atrincheró con Pitta otra vez con una oportunidad para haber roto el partido.
Queda el empate y la claridad, otra vez, de que este equipo necesita de refuerzos como el comer.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés Fernández; Ratiu, Pulido, Cristian Salvador (Manu Rico 60’), Florian; Rico (Escriche 87’), Nwakali, Seoane; Joaquín, Gaich (Pitta 72’), Marc Mateu.
Alcorcón: Suárez; Laure, Hernández, Fernández, Bellvís; Arribas (Córdoba 61’), Juanma Bravo (Escobar 79’), J. Hernández (Al Badaui 70’), José Carlos (Rivas 79’); Moyano, Gual (Xisco Jiménez 61’).
Árbitro: García Verdura. Amarilla Ratiu 1’, Laure 84’.