ZARAGOZA | El Real Zaragoza venció al Tenerife (3-1) en un partido loco, hecho de mil capas. El duelo quedó resuelto tras la reanudación, con un gol de Maikel Mesa en pleno vuelo. El tinerfeño completó la obra que habían iniciado antes Alejandro Francés e Iván Azón. No fue un triunfo redondo pero sí necesario, imprescindible para la permanencia. Venció el Zaragoza en el desorden de la primera mitad y supo guardar el reloj en la segunda. Colaboró el Tenerife, que le perdonó la vida al Zaragoza en media docena de ocasiones. Hubo tiros a puerta y también tiros en los pies, pero la balanza jugó a favor de Víctor Fernández, de Badía y sirvió como perdón para sus centrales.
La primera parte se jugó en La Romareda, pero pareció escribirse en un manicomio. Inició el Zaragoza con mayor tensión competitiva, como si por fin se muriera por ganar. En apenas cinco minutos había encadenado tres oportunidades. Primero avisó Iván Azón. Después se mascó el gol del Tenerife en propia puerta. Y en la tercera oportunidad Alejandro Francés no perdonó. Sus recursos son ya los de un delantero y, ahora mismo, parece el camino más corto hacia el gol en Zaragoza.
Tras un centro, el balón quedó muerto en el vértice del área. Allí estaba Francés, dispuesto a cazar la mosca, en un remate a bote pronto. Su golpeo limpió la escuadra de Juan Soriano (1-0). El tanto fue una liberación para el grupo y el estadio, y sirvió para reunir a la grada en torno al cántico más feliz de este juego. Cinco partidos más tarde, Alejandro Francés tomó su propio relevo.
El gol no le sentó bien al Zaragoza, confundido con el viento a favor. Perdió pronto la pista de lo que había hecho bien antes y acumuló errores en la salida del juego. Mouriño quedó señalado y Badía corrigió el fallo del uruguayo con su parada ante Ángel. Roberto López tuvo la siguiente oportunidad, en pleno caos del Zaragoza. Sentó a Mouriño, con un caño y un traje a medida, pero Badía resolvió firme de nuevo.
Jugaba el Zaragoza a la ruleta rusa y Ángel Rodríguez guardaba la mejor bala en su recámara. Siempre tuvo goles en su cuenta, recursos en el área. Y lo mostró dejando en el camino a Francés con su recorte. También a Badía con el molde de su remate. Anotó Ángel y puso todos los miedos sobre el césped (1-1). El partido se volvió loco y el duelo se abrió. Reinó el intercambio de golpes, la búsqueda de un detalle.
Y en esa batalla por la suerte, la moneda cayó del lado del Real Zaragoza. Sinan Bakis hizo una buena pantalla y Toni Moya despejó el panorama. En la banda esperaba Iván Azón, listo para desbloquear su suerte. El canterano resolvió a la carrera, de izquierda a derecha, con un remate al palo largo, que fue suspense y pura liberación. Marcó Azón y el Zaragoza celebró en el alambre, en una sonrisa del gol y de la suerte (2-1).
Segunda parte
Si antes del descanso, el Zaragoza pudo ampliar su ventaja, el equipo encontró premio en la reanudación. Germán Valera jugó al filo de la navaja y ganó la banda para centrar. Allí, en pleno vuelo, Maikel Mesa atacó el balón de arriba abajo, con un fusil que vistió de volea. Fue el gol de la tranquilidad, para un equipo que nunca encuentra respiro.
Los siguientes minutos sirvieron para mostrar la impotencia del Tenerife, también las dudas del Zaragoza. El equipo de Víctor Fernández buscó la pausa y la tranquilidad, pero siempre quedó lejos de los últimos remates. Le costó guardar el balón y encadenar secuencias de pase, quizá demasiado pendiente del cronómetro. Pero ganó al fin y eso es lo que cuenta, hoy y siempre. Lo hizo a través del acierto, con tres remates bonitos que adornaron un partido extraño y a un equipo difícil de mirar.
Después de que Enric Gallego perdonara una ocasión inmejorable, en la que Jair Amador hizo de asistente, el Zaragoza mascó la ventaja y evitó riesgos. Consiguió exactamente lo que se proponía, que no pasara nada en la última media hora. Hubo caos y pasión, pero no grandes aciertos. Y encontró el Zaragoza el trébol de la suerte, un guiño del azar y los goles perdidos. Si el duelo fue una moneda al aire, el Zaragoza ganó en la ruleta.
Ficha técnica:
Real Zaragoza: Edgar Badía; Santiago Mouriño, Alejandro Francés, Jair Amador, Quentin Lecoeuche; Marc Aguado, Toni Moya, Germán Valera (Fran Gamez 84′), Maikel Mesa (Jaume 75′); Sinan Bakis (Liso 58′)e Iván Azón (Sergi Enrch 84′).
CD Tenerife: Juan Soriano; Jeremy Mellot, Nikola Sipcic (Aitor Buñuel 30′), José León, Nacho Martínez (Alexandre 29′); Sergio González, Yan Bodiger, Luismi Cruz, Waldo Rubio (Rahmani 66′); Roberto López y Ángel Rodríguez (Enric Gallego 73′).
Goles: 1-0 min. 5 Francés. 1-1 min 37 Ängel. 2-1 min. 45 Azón. 3-1 min. 49 Mesa.
Árbitro: Iván Caparrós. Amarillas a Aitor Buñuel 69′ y Alexandre 90+4′