Un 3-6 a los 6 minutos de juego era el vivo ejemplo de que al Bada Huesca se le podía complicar el partido contra el Valladolid. Los castellanos, con una defensa muy incómoda y el acierto de Pérez Verdejo, enredaban el ataque de los de Nolasco. Por si fuera poco, en defensa le costó encontrar ese punto de intensidad para frenar a los de Pisonero. Bada recupero para la cita a Montoya que se quedó fuera por un esguince contra Bidasoa y era el único cambio, por Rodrigo Benites en la transición de defensa ataque.
Si Lamariano fue protagonista en la primera vuelta, ahora le tocó el turno a Pérez Verdejo. Llegó a tocar un 7 metros de Harbarth con 5-8 que hubiera sido peligroso para los intereses altoaragoneses. La exclusión de Fischer fue agua de mayo para Bada que taladró la portería vaciada de Valladolid y acortó la diferencia a un tanto. Asier en una contra puso el empate rozando la frontera de los 15 minutos y Carmona finalizó una contra para poner el 11-10.
Con la defensa más intensa, Almeida contribuyendo -ahora sí- bajo palos y bajando el porcentaje de aciertos de la portería rival, el Bada entró en partido. Además, Miguel Malo cogió la dirección permutando con Asier y Nolasco empezó a administrar esfuerzos para abrochar una semana tan intensa. Saltó a pista Joao Pinto y Alex Marcelo para el ataque y al portugués se sumó en defensa Gucek.
Con dos equipos necesitados de puntos, más tras ganar Sinfin a Logroño, el partido estaba intenso. Lo esperado. Con 15-14 y 24 minutos de juego, Valladolid cambió porteros. Entró Lamariano para provocar incertidumbre a los lanzamientos de Bada Huesca. Montoya lo recibió con un gol y Ian Moya con otro para la primera ventaja del Bada por dos tantos (17-15). Si Bada había aprovechado las dos exclusiones de Valladolid, había que ver qué hacían los castellanos con la de Gucek. Alex Marcelo metió un misil para llevar la diferencia a +3.
El segundo acto se abrió con 18-16 en el electrónico y Arguillas bajo palos. El problema estuvo en las dos bolas perdidas en los dos primeros ataques del Bada. Lo resolvió Carmona con un 7 metros provocado por Montoya. Las dos defensas se emplearon con dureza. Y más con el paso de los minutos. Ni concesiones ni respiros. De hecho, Carmona se abonó al 7 metros para mantener la diferencia a favor del Bada. Luego falló una contra y él mismo pidió el relevo por Hackbarth, otro ‘killer’ de los 7 metros.
Con el 26-22, Valladolid paró el reloj. El Bada puso sobre la pista su mejor juego para empezar a marcar diferencias de +4 (29-25) y un ataque para llevarla a cinco, que firmó Pere Arnau fabricándose una jugada con éxito. No obstante, Valladolid siempre estuvo allí. Su defensa en 6:0 o 5:1 obligó a trabajar de lo lindo al ataque altoaragonés para encarrilar el partido.
Nolasco paró el encuentro a poco más de 6 minutos para el final y 30-27 en el marcador. La sensación era que si se malograban un par de ocasiones todo el trabajo podía irse abajo. El cansancio de la semana también flotaba y había que tener las pulsaciones controladas para evitar sorpresas. Valladolid respondió con una defensa al hombre, de máximo riesgo. Con la exclusión de Asier, Arguillas -otro gran partido del capitán- paró una bola de oro en lo que ya era un correcalles. Allí sucumbió Valladolid.
Ficha técnica
Bada Huesca: Almeida (p), Hackbarth (8) , Pere Arnau (3), Montoya (3), Asier Nieto (3), Gomes (2), Adrià Pérez (2). Siete inicial. Arguillas (ps), Carmona (5). Ian Moya (1), Benites (3), Gucek, Miguel Malo (2), Joao Pinto (2).
Valladolid: Pérez Verde (p), Borja Méndez (3), Patrianova (2), Miguel Martínez (5), Fischer, Pérez Bravo (4), Jorge Serrano (12). Siete inicial. Lamariano (ps), Daniel Ramos (1), Pisonero, Álvaro Lobato, Rosell, Miguel Camino, Pablo Herrero (1), Manuel García, Freitas, Álvaro Martínez (1).
Parciales cada cinco minutos: 3-4, 5-7, 10-10, 12-11, 15-15, 19-16 (descanso) 21-18, 24-21, 26-23, 29-25, 31-28, 36-29
Árbitros: García-Iniesta. Excluidos Gucek, Miguel Malo, Asier Nieto por el Bada Huesca; Miguel Martínez, Fischer, Rosell, Álvaro Martínez por el Valladolid.