La Covid-19 deja de momento una clasificación que enmascara el verdadero potencial de los equipos. Y uno de ellos es Girona. Un quinteto que atesora jugadores como Sabat, Rozitis, Sevillano o Busquets tiene un enorme potencial. Y por eso, mantener el tipo ante equipos de este nivel es muy difícil si tú no tienes ‘armas’ similares.
El Levitec Huesca ha aguantado lo que ha podido. Ha estado allí durante el primer tramo del partido. Cuando ha cerrado su rebote interior ha gozado de sus oportunidades; cuando no, el Girona ha cavado la diferencia. Capítulo aparte el arbitraje en sus inicios. David Gómez se mete tanto en los partidos, que esta tarde ha recibido otra técnica. Una anécdota.
Arrancó Girona con un 5-0. Un triple de Jonsson -el único que materializó- y una canasta de Rozitis marcó la diferencia. El quinteto catalán avisó de su potencial. Tres triples de cuatro lanzamientos y allí se acabó su racha. Menos mal. Otro tanto le ocurrió al Levitec. Respondió con la misma fórmula y similar resultado. En el primer cuarto debutó Facu Corvalán, con su fuerza de ‘caballo’ gracias a la potencia de su tren inferior, tal como lo califica su entrenador. Y lo hizo con ímpetu. Quizá, con demasiado ímpetu.
Si la diferencia de 10 es psicológica, Girona la puso con el 24-14. Lejos de irse abajo, Levitec Huesca cerró el rebote y puso la proa para acortar diferencias. Pero seguía con sus carencias bajo aro propio y ajeno. Y eso le iba a pasar factura. Con 33-22 volvió a parar el reloj el Levitec Huesca carente de buenos porcentajes en los lanzamientos y sin ganar los rebotes. Así las cosas y con más opciones de segunda jugada para Girona (25 por 15 de Levitec), el primer acto terminó 35-24.
Rosario de desaciertos
El segundo se abrió con un rosario de desaciertos que se tradujeron en un marcador escaso acorde a un juego trabado y de fallos calcados. Levitec se encontró con falta de tiros liberados y, al menos, trabajó mejor en defensa. El problema es que el intercambio de aciertos y errores en nada beneficiaba a los de David Gómez que seguían sin romper la diferencia de +10 y +11 de Girona en el electrónico. Por cierto, que ningún árbitro viera el tremendo codazo de Faye a Vila -el mejor jugador del quinteto altoaragonés- en un rebote bajo canasta del Levitec Huesca fue significativo. Con 40-31, el jugador altoaragonés se fue a recuperar al banquillo.
El problema del Levitec descansó en su falta de acierto. Si el triple no entra, si no tienes posibilidades de lanzamientos cómodos y te ganan el rebote, la derivada es que el rival, sin estar de dulce tampoco pero sí con un poco más de acierto, te mina y te deja la sensación de que la diferencia es insalvable. Y es que el tercer cuarto se saldó con un pobre parcial de 9-11.
La luz del Levitec Huesca siguió apagándose poco a poco. Sus desaciertos cosidos a los poquitos que encadenaba Girona dejaron un 50-35 gracias a un Busquets con jugadas que demuestran que atesora una calidad bárbara y hasta insultante pese a su juventud. Y es que al Levitec le costó un mundo anotar una canasta. Encajó un 10-0 y el partido se terminó. Levitec no reaccionó anestesiado por un Girona que fue mejor.
Ficha técnica
Girona: Sabat (10), Jonsson (5), Cosialls, Logan (13), Rozitis (8). Quinteto inicial. Busquets (7), Dani García (3), Faye (6), Schaftenaar (5), Sevillano (10), Dibba y Moncanut ().
Levitec Huesca: Cubillán (8), Mackenzie (5), Lafuente, Vila (12), Rosa (7). Quinteto inicial. Round (6), Corvalán (4), Parejo, Urdiain (4), Butler (4) y Giraldez.
Parciales: 20-14, 15-10 (35-24, descanso) 9-11, 23-15
Árbitros: Zafra, Ríos, Pelaez.