HUESCA | Morón y en su casa era un rival muy difícil para los de Rafa Sanz y el CB Peñas se acaba de llevar una victoria contundente. Con todos y con todo este equipo tiene una pinta buenísima. Ese ramillete de jóvenes jugadores y con el pegamento adecuado que pone el cordobés ha dejado un buen baloncesto, porque solo jugando bien se puede ganar en una pista donde nadie lo había hecho antes y ante un buen equipo. Por eso el 72-81 cobra especial relevancia, por eso ganar en un pabellón como el de La Alameda es un chute de optimismo. Eso sí, con los pies sobre el suelo, pero este equipo si las lesiones no lo truncan tiene un horizonte limpio y despejado para hacer más cosas que la permanencia.
Los oscenses han dominado el partido con autoridad de principio a fin, sustentado en una altísima intensidad defensiva, un dominio abrumador del rebote y una eficacia en el lanzamiento de 3 puntos. Rafa Sanz puso a Bastante de inicio. Martín Iglesias, kumphys, Scariolo y Stümer acompañaron de inicio al bravo pivot madrileño.
Como de costumbre, Lobe Huesca fue fiel al guión que marca Rafa Sanz. El equipo arrancó con valentía y velocidad sobre el parquet, mostrando un nivel defensivo altísimo que provocó continuos fallos y perdidas entre los jugadores sevillanos. Dos triples de Scariolo y Kumphys situaban a los verdes por delante (5-6). Con todo el equipo a disposición de Rafa Sanz, las rotaciones han sido continuas y el equipo no ha perdido un ápice de intensidad. Los locales, sin un referente claro en el interior, naufragaba bajo aros. Chapero e Iglesias se convittieron, así, en los amos de la pintura. El rebote que tanto temía Sanz se cerró evitando segundad opciones, el equipo corrió y las canastas se sucedieron en rápidas transiciones.
Los oscenses abrieron brecha, magistralmente conducidos por Alex Rubín de Celis, y con Martín Iglesias sacando petróleo debajo de aro finalizando contraataques como trailer por el carril central. Un triple a la carrera de Rubín de Celis cerró un gran primer cuarto situando el marcador en (15-27).
Lobe Huesca volvió a pista con la misma dinámica del primer cuarto. Una tiro de Chapero desde 4 metros a tablero abría el cuarto. Los verdiblancos seguían muy solventes tanto en defensa como en ataque. Los oscenses bombardeaban desde los 6,75 metros el aro sevillano con acierto (6/15 triple descanso) con Morón que buscaba la canasta desde el perímetro. Su porcentaje era paupérrimo y los de Sanz ponían la máxima en +17 (22-39) tras un mate de Stümer finalizando un contraataque.
Los locales, tras un tiempo muerto, mejoraron gracias a una mejor selección de tiro. Rafa Sanz paró el partido tras notar que podía firmarse la remontada pese al 28-43 del electrónico. Y regresó la efectividad con la defensa de ayudas que seguía asfixiando a los naranjas. Rubín de Celis volvió a cerrar el cuarto sobre la bocina con una canasta marca de la casa, dejando una cómoda victoria visitante por (36-45).
Lobe traccionó como un martillo pilón. Incansables, defendían, corrían y anotaban. El equipo mantenía la misma exigencia física como al comienzo del encuentro. Scariolo y De Celis controlaban el tempo del partido, Stümer y Kumpys martilleaban el aro desde el perímetro y la dupla Chapero e Iglesias dominaban la pintura. Lobe desarmaba por completo a los de Morón que no encontraban su juego, sin fluidez y tirando en demasía de arreones y del acierto del ex peñista Luis Parejo.
El técnico local puso defensa en zona y tras unos primeros errores terminó leyéndola bien para mantener las diferencias en el electrónico (50-66). El definitivo cuarto empezó con una canasta tirando de galones y veteranía del ex peñista Luis Parejo. Los locales se estrellaban contra la defensa peñista sumando malos porcentajes en torno al 20℅ tiros campo. Nogués enseñó al graderío sus ‘muelles’ con un mate sublime para desesperación del técnico local que volvió a para el reloj. Mejoró en acierto, pero no para impedir una victoria tremenda de los altoaragoneses (72-81)