HUESCA | Un primer cuarto tremendo ha servido para que el CB Peñas encarrile su victoria ante La Salud Archena que se vio desbordado y tuvo que rehacerse del 24-8 que le endosó el quinteto de Rafa Sanz. Con esa diferencia el partido pudo acabar bien allí, pero ya se sabe: el deporte es así. Los andaluces tiraron de orgullo ante un Peñas que se vio ganador y empezaron a apretar. También es cierto que la diferencia había sido un tanto exagerada y con un 23-20 en el segundo cuarto se llegó al descanso, eso sí, con una diferencia 47-28 más que clara.
El regreso a cancha fue distinto. Y La Salud Archena apretó para recudir la diferencia con un cuarto a su favor y al último se entró con un 68-56 en el electrónico. La diferencia, siempre psicológica, de estar por encima de 10 se mantenía, pero también que el rival no solo apretaba, es que estaba en partido. Y, de hecho, puso el 77-69 en el electrónico por lo que la tranquilidad de tantos minutos mutó en tensión, aunque con poco tiempo para el bocinazo final y asegurar una nueva victoria.
Nacho Biota, hasta que Rafa Sanz regrese al banquillo, es el ‘jefe’ sobre la pista puso en liza de entrada a su habitual quinteto formado por Abdulsalam, Shelist, Breacey, Vázquez y de Celis. El 10-2 de inicio obligó a los sevillanos a pedir tiempo, pero nada cambió. Bueno sí, la diferencia fue mayor gracias a una defensa del Peñas que era de granito.
Dos canastas de Iglesias en el segundo cuarto pusieron el 33-8 en el electrónico. El parcial de salida era 9-0 y los peñistas jugaban a placer con sus pivot dominando en las dos pinturas. La máxima diferencia fue con un triple de Vázquez para poner el 44-19 en el marcador. Escandaloso.
Tras la reanudación, Rubín de Celis se encargó de estrenar el tercer cuarto con un triple escorado. Otra canasta suya volvió a dar de entrada un parcial de 5-0. En ese momento, Archena modificó su defensa. Puso la presión alta, y empezó a encadenar canastas con Montero y el ilerdense Lafuente desde el exterior para ir disminuyendo la renta. Flores y Mandiola hacían daño bajo aro y el electrónico dejaba un 59-40.
Con los nervios empezando a emerger a los locales, Breacey tomó la responsabilidad ofensiva con dos acciones de 1×1 con acierto. El cuarto finalizaba con (68-56) pero el parcial era para el rival (21-27). Los triples de Montero dinamitaban el aro peñista y tocó ponerse el mono de faena para llevarse el partido.