Desesperante. Dos fallos defensivos impropios de quien se está jugando la permanencia han servido para que el Cádiz le endosara dos tantos al Huesca. Entre medias, un golazo de Rafa Mir de esos que sirven para debatir si es o no el mejor tanto de la Liga. Y todo en los tres últimos minutos del primer acto. El Huesca vive al filo del alambre. Ha vuelto a tener en su mano la oportunidad de dar un paso importante para su permanencia y el traspiés ha sido de cinco estrellas. Más que preocupante. Sobre todo, cuando juegas contra un equipo que está pensando más en comprar la esterilla, la nevera y las cervezas para irse a la playa.
El Cádiz Huesca arrancó con los de Pacheta buscando asentarse sobre el prado. El Cádiz tiene un oficio descomunal. Saben perfectamente qué es lo que tiene que hacer. Con los habituales y con los que no. Si pierdes un balón en el centro del campo te comen por los tobillos. Su defensa y centro del campo taponan al rival para robar y salir. Algo que parece fácil, pero no lo es. Es un equipo ordenado.
El Huesca ofreció un juego plano e insulso durante muchos minutos. Dio arañazos cuando debía dar zarpazos. Y así todo se hace muy difícil. Si no encuentras el desequilibrio del rival desde la sala de máquinas es complicado. Y si te empeñas en horadar su castillo por la muralla de granito, por su interior, un imposible.
De un córner cedido por Galán cuando la primera parte terminaba surgió el error defensivo. Marco Mauro llevó el balón a la red y desnudó al Huesca, un partido más, lo que le ocurre en esas acciones. Un minuto después, Rafa Mir firmó el empate con un gol de calidad. Dentro de los males, al menos se controlaba el desaguisado. El problema fue el segundo error en la zaga para permitir al Cádiz irse al vestuario mandando en el marcador. Y meterle dos más a este equipo para darle la vuelta al marcador no es precisamente una empresa fácil.
El cabreo de Pacheta fue monumental. El equipo se le caía y para la segunda parte puso de saque a Pedro López y Sergio Gómez por Vavro y Mosquera. Sorprendente y rompiendo esquemas. También es cierto que había que agitar al Huesca a la enésima potencia. Y el Cádiz pudo sentenciar. Saponjic no llegó por milímetros.
Un Cádiz feliz
Ni que decir tiene que el Cádiz con el marcador a favor es un equipo feliz. Te da el balón y se prepara para armar una contra letal. No necesita más. Será sencillo de cara a la galería, pero ese oficio lleva detrás mucho curro. Así las cosas siguió la agitación desde el banquillo oscense. Pacheta puso sobre el campo a Doumbia y Escriche por Rico y Maffeo. Revolución a tope para buscar algo positivo. Siovas pudo empatar pero su zurda fue al palo.
El Huesca entró en esa fase donde ya solo te puede dar algo la fe… y Rafa Mir que buscó el empate con otro disparo similar al que le dio el empate a uno. La llega a embocar y su representante se convierte en el Tío Gilito. Tremendo lo del murciano, que sigue con una proyección estelar.
El Huesca encerró al Cádiz con corazón y sin efectividad. El Cádiz puso sobre el campo a Negredo, Jairo y Sobrino de una tacada. Pacheta se fue a por el empate con todo. Metió arriba a Mir, Sandro, Escriche, Okazaki y Ferreiro. Ya no había más. Así las cosas estaba claro, el todo o nada y con los gaditanos listos para sentenciar. Si vas a perder, da igual de cuánto. Siguió con el corazón, pero con el músculo solo no llega.
Ficha técnica
Cádiz CF: Ledesma, Iza, Fali, Marcos Mauro, Akapo; José Mari (Garrido 88’), Jonsson, Iván Alejo (Sobrino 74’); Saponjjc (Jairo 74’), ‘Choco’ Lozano (Negredo 74’), Malbasic (Perea 85’).
SD Huesca: Álvaro; Gastón Silva (Okazaki 84’), Siovas, Vavro (Pedro López 45’); Galán, Rico (Doumbia 57), Mosquera (Sergio Gómez 45’), Ferreiro, Maffeo (Escriche 57’); Sandro, Rafa Mir.
Goles: 1-0 min. 44 Marco Mauro. 1-1 min. 45 Rafa Mir. 2-1 min 46. Gastón Silva (pp).
Árbitro: Alejandro José Hernández. Amarilla José Mari 49’, Jonsson 60’, Iza 78’, Fali 90’.
Incidencias: El Cádiz saltó al campo con una camiseta animando a que la gente se haga donante de sangre y el Huesca con otra de ánimo a Insua, ‘Ánimo Pocho’. Hubo pausa de hidratación en cada parte.