ZARAGOZA | El Utebo le venció al Deportivo Aragón (0-2) con claridad y suficiencia, en un partido que supo ganar en el fútbol y en los matices. El grupo de Juan Carlos Beltrán superó al de Larraz y llegó a hacer de la Ciudad Deportiva su hogar durante dos horas. Lo fue en el césped y también en las gradas.
El fútbol se llenó de duelos en la Ciudad Deportiva, en un partido que tuvo más emoción que juego, más batalla que brillo. Emilio Larraz prescindió de algunos de sus mejores argumentos, llenó la media de piernas, pero olvidó los pies. Su puzle pareció antinatural, sobre todo porque reservó posibilidades naturales en su banco.
En ese contexto, llegó el Utebo a la Ciudad Deportiva, acompañado por una marea que le hace volar. El partido fue suyo durante la primera media hora. Ganó terreno, acumuló ocasiones, generó a balón parado y venció en los duelos. Bordeó el gol en dos ocasiones y su aviso más peligroso acabó en córner, en una de las suertes que el Utebo domina. El árbitro no vio un empujón sobre Calavia y el equipo de Juan Carlos Beltrán aprovechó el alboroto en el área. Lo hizo Isi, que siempre tuvo algo del más listo de la clase.
En la media hora siguiente, el Deportivo Aragón bordeó el empate ante el Utebo, lo buscó con fe e intención. Especialmente a través de Chema Aragüés, que acaparó las mejores opciones, que se topó con Jaime González en la mejor de todas ellas. El Utebo guardó su ventaja, entregado al fútbol estratégico de Marín y las leyes de Diego Suárez, Ángulo y Ballarín. En ataque, Frodo guardó tesoros en su mochila. La línea defensiva, con Machote y Carlos Javier, mostró que este fútbol es un juego de listos, con dos tipos que conocen los secretos de su oficio.
El Utebo transmite seguridad, el Deportivo Aragón dudas
El Deportivo Aragón acumuló intentos, hasta desperdiciar media docena de córners, hasta bordear el gol con la salida de Pablo Cortés. Pero se topó con un equipo ganador, maduro, hecho de otra pasta. Siempre trasmitió el Utebo una sensación de control emocional, de tranquilidad en un fútbol de duelos y de prisas. Isi, que ya había cambiado el partido con su gol, volvió a mostrar intuición y desequilibrio en la siguiente acción definitiva. Forzó el penalti y Diego Suárez lo transformó, suave, parando el tiempo antes de su lanzamiento. Congelando también todas las opciones del Aragón en el partido.
El gol del Utebo fue la sentencia, la rúbrica definitiva. No se rindió el equipo de Larraz, con más pundonor que acierto, con más intentos que remates. Hubo voluntad y amor propio, pero también el ánimo de un equipo derrotado, cabizbajo, que el Utebo supo vigilar con cierta suficiencia. Lo hizo a través de un esfuerzo coral, colectivo y con la impresión de ser superior en los detalles.
El sol le dio la espalda al Deportivo Aragón, que perdió este domingo el mejor secreto de su reacción: su Ciudad Deportiva. Y lo hizo ante un Utebo adulto, ganador y superior en las cosas grandes y también en las más pequeñas.
Ficha técnica:
Deportivo Aragón (1-4-3-3): Calavia; Jaime Sánchez (Garrido, 73’), Beamonte (Recasens, 46’) (Sabater, 48’), Carrillo, Barrachina; Saidu, Vacas, Angong; Aragües (Mañas, 63’), Kone, Boaz (Pablo Cortés, 46’).
Utebo (1-4-1-4-1): Jaime González; Borao, Carlos Javier (Toni Pérez, 83’), Machote, Roig; Barrero; Isi Angulo (Guti, 73’), Marín, Diego Suárez, Ballarín (Camilo Leiton, 83’); Frodo (Fustos, 77’).
Tarjetas (López Romera): Amarilla a Carlos Javier (45’), Frodo (46’), Aragües (55’), Carrillo (69’), Garrido (84’) y Camilo Leiton (86’).
Goles: 0-1 Isi Angulo (30’), 0-2 Diego Suárez (p.) (63’).