Al Huesca le gusta el euskera. Al menos en El Alcoraz. La SD Huesca acaba de ganar al Athletic de Bilbao, hizo lo propio con la Real Sociedad y el Alavés y empató con el Éibar. Los de Pacheta acaban de dar un importante paso por la permanencia. Con lo poco que queda en el calendario salió a por todas en una ocasión que era más que propicia. El Athletic llegó con un once muy distinto al habitual y Pacheta propuso sobre el prado a su once más definido. Volvió Seoane a la medular para meter el ritmo adecuado, Pulido regresó imperial y se encomendó a Rafa Mir como primer ariete para abrir la meta de Unai Simón. Sin embargo, fue Sandro quien abrió el marcador.
Y pronto se fue el Huesca a por la victoria. Ni contemplaciones, ni tanteo ni zarandajas similares. A pisar área vasca desde el minuto uno, aunque con el punto de mira desajustado. Lo mejor es que el Huesca mandó y se proyectó siempre hacia la meta vizcaína. Sin agobiar, pero dejando claro que quería el partido. El Athletic aguantó a un Huesca que probó con un cabezazo extremadamente desviado de Sandro, un disparo desde fuera del área de Seoane que fue a córner y otro de Ferreiro que tocó un defensa y pudo meter en un lío a Unai. Y eso sin llegar a los 13 minutos de juego.
La gran ocasión de Vavro
Ni un reproche a este Huesca que más que merecer el gol lo necesitaba. Un zapatazo de Vavro desde su propio campo fue al larguero. Si hizo una virguería contra Osasuna con el mismo resultado, fue más difícil lo que intentó el defensa en esta ocasión. Llega a entrar y para repetirlo en bucle en las pantallas de El Alcoraz. Dos minutos después era Seoane quien rondaba el gol con otro gran disparo. Y es que el Athletic estaba desbordado con su centro del campo desaparecido.
Eso sí, el Athletic pudo adelantarse con un cabezazo de Íñigo Martínez al rematar una falta. Álvaro atajó sin problemas en una señal clara de que lo mejor era que el Huesca marcara, sacara provecho de sus ocasiones, porque el rival te la podía liar. Así que Unai volvió a sacar una mano de oro a Pulido tras un saque de esquina. La peor noticia del Huesca es que no marcaba ocasiones claras. Mir le birló el balón a Núñez en una mala cesión del portero vasco y falló. El fútbol, en ocasiones, es cruel.
Con tanta ocasión generada, Sandro ajustó un lanzamiento en el 60 que se tragó Unai Simón. Un derechazo desde fuera del área, un bote poquito antes del portero y el balón que se le cuela por debajo de su cuerpo. Marcelino agitó a su equipo y puso a danzar a Raúl García. Con el navarro sobre el césped, el rival tiene claro que hay rock and roll del bueno.
El juego de ajedrez de Pacheta y Marcelino para el último tramo fue rápido. El Huesca puso a Doumbia, Sergio Gómez y Escriche; el Athletic a Williams y Vencedor. Álvaro frenó un disparo de Unai López que, en una semana donde se le liga al Athletic, pues es una buena tarjeta de presentación con una palomita a mano cambiada.
La victoria asfalta el camino, pero nada se ha hecho. El chute de optimismo es brutal pero hay que seguir sumando porque nadie se puede relajar. El objetivo se toca, el Huesca sigue vivo y está en su mano conseguirlo.
Ficha técnica
SD Huesca: Álvaro; Vavro, Pulido, Siovas; Maffeo (Pedro López 80’), Ferreiro (Mosquera 84’), Rico (Doumbia 72’), Seoane, Galán (Sergio Gómez 72’); Rafa Mir, Sandro (Escriche 72’).
Athletic de Bilbao: Unai Simón; Balenziaga, Íñigo Martínez, Unai Martínez, De Marcos; Morcillo (Raúl García 66’), Vesga (Vencedor 72’), Unai López, Ibai (Berenguer 66’); Sancet, Villalibre (Williams 72’).
Goles: 1-0 min. 60 Sandro.
Árbitro: Jorge Figueroa Martínez. Amarilla Unai López 62’.