El mes de diciembre se presuponía complicado para la SD Huesca. Por el camino esperaban enfrentamientos contra equipos destinados a pelear puestos europeos. Además de la eliminatoria de Copa del Rey contra el Athletic que ha acabado siendo todo lo contrario a lo esperado para el equipo, no tanto por el resultado sino por el poso amargo que ha dejado la imagen del equipo.
Pero sin duda, la visita del Real Madrid de este fin de semana era el compromiso más esperado. El partido del domingo contra el campeón de Europa será, independientemente del resultado, una jornada histórica. Al fin y al cabo, son estos partidos contra los grandes de nuestro fútbol los que más esperaba la gente tras el ascenso. Más aún con la visita del recién proclamado Balón de Oro, Luka Modric.
Sin embargo, la ilusión que desprende la ciudad en los días previos puede verse afectada por la mala imagen de la SD Huesca en la eliminatoria de Copa, lo que hace a los aficionados temerse lo peor de cara al sábado. Y la realidad es que, si de por sí dar un susto al Real Madrid es complicado, lo es más teniendo en cuenta lo mermada que está moralmente la plantilla. Aún con todo, hay motivos para creer en una machada.
El primero de ellos es que se han visto dos caras del Huesca en pocas semanas. Por un lado, el competitivo en Liga y por otro, lo contrario en Copa. Si bien es cierto que ninguna de las dos versiones ha conseguido resultados, es más fácil competir partiendo de la base de la Liga. El segundo motivo para creer no depende tanto del Huesca, sino de qué versión ofrezca su rival. Porque si el Huesca está pasando por una mala racha, el Real Madrid vive su calvario particular en la competición doméstica.
Problemas fuera del Bernabeu
La victoria ante el Valencia en casa no puede ocultar los problemas del conjunto madridista desde principio de curso. La falta de gol es el más patente. Benzema, con 5 tantos, es el máximo goleador del cuadro blanco. Aún con todos estos problemas están logrando solventar la mayoría de sus compromisos en el Bernabéu pero el problema para los de Solari está llegando lejos de su feudo.
Las cifras que ofrece el Madrid lejos de la capital no son las esperadas. Solo han sumado 7 puntos a domicilio, sufriendo por el camino descalabros como la derrota en Vitoria y las goleadas en el Sánchez Pizjuán, el Camp Nou e Ipurua. Fruto de esto, son el segundo equipo que más goles ha recibido fuera de casa (16), solo por detrás de los 21 de la SD Huesca.
En definitiva, todo pasa por que el cuadro azulgrana ofrezca su mejor versión y que el Real Madrid sea el de Eibar y no el de Vigo. Sumar puntos ante un equipo de mayor entidad podría significar el impulso anímico que la plantilla necesita de cara a afrontar el final de diciembre.