HUESCA |El Huesca empieza su particular trilogía de partidos –Espanyol, Real Zaragoza y Valladolid- con un empate contra el equipo catalán y la seguridad de que jugando así, la permanencia no es quimera alguna, ni un imposible. Quizá, el mejor partido de los de Hidalgo, por su juego, por la tensión, por la entidad del rival y porque incluso con el tiempo añadido siguió confiando en la victoria. Si Hidalgo buscaba el camino, lo acaba de encontrar.
Hidalgo sorprendió con la entrada de Mier por Hashimoto, quizá por problemas físicos del japonés a la espera de lo que dijera el técnico en rueda de prensa tras el encuentro. El resto, lo previsible. El Espanyol tiene un elenco de jugadores que hombre a hombre es difícil que alguien le tosa en esta división. Otra cosa es como equipo. Eso le llevó a sustituir al entrenador y a que no ocupe los puestos ascenso directo.
Partidos como el de esta tarde activan otras cosas. Se ve otro fútbol. Quizá el nombre del rival sirve de catalizador y a los chicos de Hidalgo se les vio otro empuje, cosas distintas a otros encuentros. Gerard Valentín llevo el peligro por su banda. Fue protagonista de las jugadas peligros del Huesca en una buena primera parte. Le sacó tarjeta en el 32 a Oliván, cinco minutos después a Expósito y en el 51 bien pudo conseguir la cartulina para Pere Milla.
El Espanyol, con tres puntas, presionaba el saque de Álvaro o aguantaba como primera línea defensiva en la mitad del campo cuando el Huesca controlaba. Valentín era la bala del Huesca para buscar la meta de Pacheco. Los de Barcelona dejaron la sensación de que tiraba de oficio; mucho control y a la espera de su oportunidad. Pero no, bregó porque es una buena máquina, pero le falta, quien le diría, ese toque diferencial que le dé más separación con los otros equipos de la Segunda.
A los cinco minutos de la reanudación, el árbitro vio clara una mano de Blasco en un centro lateral que cabeceó Braithwaile y el VAR lo ratificó. Otra de esas decisiones difíciles de entender y que lleva al fútbol al cuarto oscuro. El partido se volvió más áspero y saber jugar el encuentro iba a ser decisivo. Joaquín robó un balón de esos que sirve para enaltecer a la grada y Javi Martínez metió un buen disparo desviado a la cepa derecha de Pacheco, que después firmó una parada excepcional a Valentín
A vueltas con las manos en el área, el Huesca pidió la suya, pero esta vez el VAR no entró. Fue Pulido, el capitán, quien mutó en delantero para templar, driblar y dar un balón con la zurda a Vilarrasa que embocó. El partido volvió a endurecerse, a vivirse con intensidad sobre la hierba y en las gradas al grito de ‘Si se puede, sí se puede”. Vilarrasa la tuvo en el 83. La bola la sacó sobre la línea la defensa del Espanyol en un encuentro absolutamente roto, sin que nadie lo embridara. Y si el Huesca pudo poner el 2-1, Jofre lo tuvo todo para poner el 1-2. E incluso Lombardo, en el tiempo añadido, Lombardo exigió al máximo a Pacheco.
Ficha técnica
SD Huesca: Álvaro Fernández; Juanjo Nieto, J, Pulido, Blasco, Loureiro (Lombardo 68’); Valentín (Tresaco 88’), Javi Mier (Vilarrasa 68’), Sielva, Javi Martínez; Joaquín (Hugo Vallejo 72’), Obeng (Bolívar68’).
Espanyol: Pacheco; Oliván (Ramón), Cabrera, Sergi Gómez, El Hilali (Óscar Gil 85’); Puado, Gragera, Edu Expósito (Bare 59’), Salvi (Jofre 59’); Pere Milla (Balde 85’), Braithwaile.
Goles: 0-1 min.53 Puado. 1-1 min. 77 Vilarrasa
Árbitro: Andrés Fuentes. Amarillas Briian Oliván 32’, Expósito 37’, Blasco 52’, Valentín 63’, Grajera 93, Óscar Gil 95’.
Incidencias: partido disputado en El Alcoraz con 7.300 aficionados en las gradas
Hoy sí, equipo, hoy sí. Orgullosos de vosotros, cómo no. Solo el trencilla y el VAR os han hurtado la victoria. Gracias por vuestra entrega. Hemos disfrutado.