HUESCA | El Huesca acaba de ganar al Andorra, firma 6 portería a cero, récord de imbatibilidad para Álvaro y más lejos de los puestos de descenso. A brochazo grueso este es el resumen de la victoria. Y está claro que unos días te dan y otros te quitan, y esta vez el Huesca se encontró en el minuto 27 con la rigurosa roja directa que el asturiano González Díaz decidió mostrar al central visitante Alende. ¿Habría bastado con una amarilla? Sí, pero el colegiado decidió aplicar a rajatabla el reglamento y los visitantes se quedaron en inferioridad.
Hasta ese momento, pocas cosas habían pasado en un partido en el que ambos equipos calcaron, esquema de juego, y en el que los visitantes, se advinieron pronto del balón, aunque apenas inquietaron la meta de Álvaro Fernández, que consiguió sobrepasar el récord de imbatibilidad que hasta hoy ostentaba Toni Doblas.
El Huesca, sin balón y metido en campo propio, apenas inquietaba a los visitantes, con una tímida presión, que no conseguía que los locales se hicieran con la pelota, ni que pudieran salir rápidamente a la contra. Fue el Andorra quien pasado el primer cuarto de hora, avisó con un tímido remate de Karrikaburu, y seguidamente, Pulido tuvo que emplearse a fondo para despejar un centro desde la derecha atacante, lo más peligroso del Andorra en esos minutos.
Los de Sarabia botaron dos saques de esquina consecutivos, y parecía que querían encerrar a los Huesca en su área, pero tras el despeje del segundo córner, el Huesca montó la contra que terminó con la falta de Alende sobre Obeng castigada con expulsión. Por si no era poco castigo para los visitantes, en el saque de la falta botada por Vilarrasa, Obeng en el segundo palo, empujó el balón a gol y desató el delirio en la grada.
De ahí, hasta el descanso, dominio abrumador del Huesca, que mereció irse con más goles a su favor: Elady falló en área pequeña, lo que parecía un gol cantado, y Gerard Valentín se perdió el 2-0 al filo del descanso. Sarabia quiso reajustar a su equipo, pero no causó el efecto deseado. El Huesca volvió a ser dominador en la segunda mitad y Sielva y Valentín con tiros que terminaron saliendo algo desviados, enseñaron bien a las claras que el Huesca. No quería dejar pasar la oportunidad de sumar los tres puntos: había olido sangre y quería acabar con su presa.
Elady, gol y amarilla
El 2-0 se hizo esperar hasta el minuto 64. Elady cabeceó a gol en una jugada ensayada y el Huesca abrochó la victoria sin problemas. Fue la excusa perfecta para que el ariete azulgrana se quitara la camiseta y forzada la quinta amarilla perdiéndose así el partido de Tenerife, que no podía jugar por contrato. Antes Javi Martínez también había visto una amarilla que tampoco le permitirá viajar a la isla.
El Huesca se gustó en los minutos finales, con un Valentín estelar al que solo le faltó el gol. Aun así culminó un partido extraordinario en el que también destacaron el central Martos, el incombustible Sielva y un ya histórico Álvaro Fernández. El Huesca volverá a dormir una semana más fuera de los puestos de descenso, con suerte podría ampliar a seis la diferencia con los puestos de descenso. La jugada le salió redonda porque además de sumar una importante victoria, consiguió ganar el ‘averaje’ al Andorra para seguir confirmando que sigue de dulce.
Ficha técnica
Huesca: Álvaro Fernández, Vilarrasa, Jorge Pulido, Loureiro, Martos (Nieto 85) Gerard Valentín, Kento (Balboa 75), Sielva, J. Martínez (Kortajarena 68), Elady (Vallejo 68) y Obeng (Bolivar 85)
Andorra: Ratti; Benito, Pastor, Alende, Marsa, Pampin;(Moreno 68) Jandro Orellana (Arroyo 77), Bover, Iván Gil (Adri 43); Pombo (Sedler 68), Karrikaburu (Lobete 68)
Árbitro: González Díaz, del colegio asturiano. Amonestó al visitante Alende y con roja directa y con amarilla a los locales J. Martínez, Kento Balboa y Eladi.
Goles: 1-0 min. 28 Obeng. 2-0 min. 64 Elady.
La celebración en el vestuario pone la piel de gallina. Desde luego, si algo ha quedado demostrado es que mimbres, haberlos, habíalos. Ya lo creo. En mi opinión, este equipo está en un momento de forma inmejorable. Vamos a ver cómo acaba esto, pero la ilusión ahora mismo está por las nubes.
Sergio eres un crack