Era el momento de reaccionar, de sofocar las alarmas y demostrar la madurez de un club que quiere ser equipo de la nueva Segunda División RFEF. El CD Teruel volvió a lucirse en una gran victoria contra un Cuarte que no llegó a dar el nivel necesario para dar la campanada en El Pinilla. El empate del Brea contra el Huesca B deja el ascenso a nada.
Y eso que los visitantes comenzaron con mayor iniciativa. En la primera parte, el conjunto zaragozano comenzó con mayor agresividad, conscientes de que era la última bala que les quedaba en la recámara para poder tener alguna opción del ascenso directo. Sin embargo, las ocasiones no tuvieron la suficiente eficacia como para crear peligro a los de Víctor Bravo. Con el 0-0, ambos equipos se marcharon al vestuario.
La segunda parte, sin embargo, cambió totalmente de guion. Los turolenses rompieron el marcador gracias a un penalti ejecutado por Jaime Barrero. A partir de ahí, el CD Teruel fue cogiendo ritmo mientras el Cuarte comenzaba a bajar las revoluciones. En el minuto 75, un disparo muy lejano de Borja Romero se envenenó para el guardameta rival que no supo reaccionar a tiempo ante el bote y acabó en gol. El Teruel es, prácticamente, equipo de la Segunda División RFEF.