ZARAGOZA| El Real Zaragoza afronta la más importante de las batallas, también la más bonita de ellas. Los de Gabi Fernández reciben en La Romareda a la SD Huesca, en un encuentro clave en lo anímico y en lo clasificatorio. Además, el partido guarda un componente especial, uno que apela a la emoción y al sentimiento de varios de los futbolistas de la plantilla, entre los que se encuentra Pau Sans.
Quizá con menos protagonismo del que merece, Pau Sans se erige como una de las figuras más destacables del actual Real Zaragoza. Diferencial en ciertos registros, vive una situación tan delicada como inexplicable respecto a su volumen de minutos. El impacto de Pau se explica en las segundas mitades y describe un perfil de futbolista encasillado en la posición de revulsivo. Con el don de hacer sufrir a quienes lo cubren, el ’29’ agranda sus cifras al son que amplía su repertorio, haciendo evolucionar su juego cada semana.
En un encuentro que exige unas características muy concretas, Pau Sans aúna en su fútbol casi todas ellas. Ante la SD Huesca, el descaro, la chispa e intensidad propias del atacante pueden jugar un papel muy importante, creando un partido paralelo en el costado derecho. No obstante, su juventud parece atenazarle en determinados momentos. En campos pequeños y contextos colectivos complicados, Pau ve reducidas sus virtudes, como si alguien le impidiese sonreír. Sin embargo, solo le basta un regate para volver a convertirse en aquel niño que soñaba con jugar en La Romareda, aquel que disfruta cada finta, cada pase y cada gol.
Cifras que valen puntos
En el Ciutat de Valencia, Pau Sans anotó su quinto gol de la temporada, el cuarto en liga. A pesar de que el último gol rompe la estadística, las contribuciones del ’29’ demuestran una condición valiosa: si Pau marca o asiste, el Real Zaragoza suele puntuar.