Carlos Pauner parte el próximo martes rumbo a la Antártida con el objetivo de hacer cima en el Vinson y poner así el broche al proyecto 7 cimas. El Vinson, con 4.897 metros sobre el nivel del mar, extrema su dificultad por los vientos y las bajas temperaturas. Por ello, sus 3.000 últimos metros son equivalentes a los de un 8.000 lo que implica en una tremenda dificultad. El montañero aragonés busca en la Antártida, la última cima del proyecto 7 cimas tras haber hollado el Everest (Asia), el Elbrus (Europa), Kilimanjaro (África), Carstenzs (Oceanía), Denali (América del Norte) y Aconcagua (América del Sur).
Los pormenores de la expedición los ha explicado Pauner (Jaca, 1964) en la Corporación de la Radio y Televisión Aragonesa porque el ente autonómico va a coproducir un documental sobre el proyecto. Carlos Pauner emprende “ilusionado” el viaje hacia la Antártida y espera completar la ascensión a finales de mes “con lo que cerraré una etapa sabiendo que podremos hacer partícipes a todos los ciudadanos a través de este documental”.
Según ha explicado, “el Vinson es una montaña de 4897 metros sobre el nivel del mar, situada en la cordillera Sentinel a escasamente un kilómetro del Polo Sur, en el último continente virgen del planeta”. Las condiciones extremas de su climatología hacen que cualquier expedición que se plantee en su suelo se convierta en “una auténtica aventura”. Su ascensión está reservada a unos pocos y puede compararse en sus últimos 3.000 metros a la de un ochomil por su frío y dureza, con sensaciones térmicas que pueden llegar a los 70 grados bajo cero”.
La directora general de la CARTV, Teresa Azcona, ha destacado “el privilegio que supone para Aragón TV acompañar en esta aventura a un alpinista de leyenda como es Pauner y garantizar que todos los aragoneses podrán disfrutar en sus pantallas de esta nueva gesta de nuestro mejor himalayista”.
Según ha explicado, “‘con Pauner todos los aragoneses hemos disfrutado de la emoción de este deporte extremo, nos hemos alegrado, también nos ha hecho sufrir cuando fue dado por desaparecido en el descenso del Kangchenjunga en 2003, pero sobre todo nos ha enseñado a amar la belleza salvaje de las cumbres más altas del planeta y a través de su fundación nos muestra lo mucho que queda aún por hacer para mejorar las condiciones de vida de quienes viven en a la sombra del Himalaya”.