Después de tres semanas de caos, errores y derrotas, Nacho Ambriz dio el primer paso, una decisión valiente y que pocos entrenadores hacen hoy en día: hacer autocrítica y reconocer la culpa. Una rueda de prensa que debería haber supuesto un punto de inflexión para el equipo, que buscaba una victoria como terapia de grupo. La SD Huesca tenía el escenario perfecto con un enfrentamiento contra el Fuenlabrada y en El Alcoraz, pero no lo aprovechó.
La actitud desde el arranque del partido ya fue totalmente diferente a lo visto en las dos últimas jornadas. Los azulgranas recuperaron la intensidad en la presión tras pérdida y comenzaron a tantear el área rival. Sin embargo, un golazo de Ibán Salvador que el linier anuló por fuera de juego comenzó a enfriar a los oscenses.
A partir de ahí, la SD Huesca empezó a perder protagonismo mientras el Fuenlabrada aprovechaba cada balón parada para crear verdaderos problemas a la defensa altoaragonesa. Era la primera vez en toda la temporada que el equipo contaba con dos centrales puros, y se notó. Mientras tanto, Andrés Fernández también aprovechaba para reivindicarse con buenas intervenciones y una mayor agresividad en balones divididos. El descanso fue la mejor noticia para el equipo, Ambriz necesitaba volver a reajustar muchos aspectos del juego si quería llevarse la victoria.
Atascados
La segunda parte comenzó con un guion muy similar a lo visto en los primeros 45 minutos. El conjunto altoaragonés tomó la iniciativa del juego pero sin encontrar la portería de Altube de manera clara. Pitta tuvo una de las ocasiones más claras del partido con un disparo al primer toque dentro del área que se marchó fuera por muy poco. El técnico mexicano quiso añadir más efectivos al ataque azulgrana y cambió a Mikel Rico por Gaich.
Sin embargo, por más que reforzara el ataque, Ambriz tenía un grave problema, y era la salida del balón. Imprecisiones en los pases, lentitud en los movimientos… El equipo no creaba y así era imposible generar verdadero peligro. Mientras tanto, el Fuenlabrada comenzó a calentar el partido y el delantero argentino acabó entrando en su juego. Tras un fuerte codazo, Arcediano Monescillo le mostró la tarjeta roja dejando al Huesca con diez.
Los madrileños reaccionaron en los últimos minutos aprovechando la superioridad numérica y volvieron a dar un paso hacia adelante. Por fortuna para los azulgranas, Andrés Fernández tenía el día y evitó en varias ocasiones el tanto de la derrota. Un empate que deja frío por las sensaciones que, en líneas generales, el Huesca volvió a mostrar. La mejor noticia es el punto conseguido y el fin de la mala racha de derrotas. Lo peor, las dudas que el equipo sigue generando e incrementando semana tras semana.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés Fernández; Marc Mateu, Ignasi, Pulido, Ratiu; Mikel Rico (Gaich, 56′), Nwakali (Florian Miguel, 71′), Seoane; Escriche (Mosquera, 89′), Ferreiro (Joaquín, 71′) y Pitta (Juan Carlos, 71′).
Fuenlabrada: Altube; Valentín, Diéguez, Pulido, Mikel; Salvador (Timité, 84′), Konaté, Nunes (Sotillos, 30′), León (Zozulia, 76′); Kanté (Soldano, 46′) y Cristóbal (Molina, 76′).
Goles: 0-0.
Árbitro: Arcediano Monescillo, Dámaso amonestó a Pitta (66′), Soldano (66′), Salvador (73′), Sotillos (74′), Pulido (77′). Expulsó a Gaich (82′).