A pensar del soponcio que supuso para alguno la tormenta de viento y agua que descargó sobre El Alcoraz en la segunda mitad del amistoso que el Huesca disputó frente al Athletic Club, el partido, dejó cositas para analizar, realidades importantes y algunos vicios heredados.
El Athletic reunió a un buen número de seguidores en El Alcoraz, que junto con la entusiasta parroquia azulgrana, ávida de fútbol, dejaron la tarde en una asistencia lucida, y el partido creo que no defraudó, teniendo en cuenta, que era pretemporada, el estreno para el Athletic con balón, y que el Huesca llevaba un cansancio importante en las piernas al acumular carga de trabajo. Pero estos partidos siempren dejan cosas, algunas a mejorar, otras por completar y también, porqué no decirlo, cosillas ilusionantes.
Vayamos con las viejas herencias, los vicios que siguen sin corregirse, aunque todo se perdona y más aún en pretemporada. Al equipo le volvieron a sorprender en un córner, en el primero que botó el Athletic: Bóveda apareció solo para rematar y casi cuesta un susto, tuve varios dejabus en muy pocos segundos en la jugada.
De postre, y para que el gol de Camacho se quedara a medias, nadie supo parar a tiempo una rápida jugada del Athletic, que culminó Susaeta con un golazo: bonito para el espectáculo pero evitable para los de Anquela. El jienense tiene trabajo ahí, porque los vicios heredados cuesta estirparlos, y al Huesca, le hicieron tanto daño el curso pasado, que si sigue insistiendo en lo mismo, volverá a pasarlo mal.
Anquela declaró tras el partido que quería jugar mejor al fútbol y que todavía al equipo le falta saber qué quiere hacer cuando tiene el balón.
Parte de esa falta de ideas pasa por la ausencia del insustituible Mérida, y por quien decida el Huesca que será su reemplazo. Dijo el jienense y coincido, que no se deberá comparar a quien sustituya al catalán en ese puesto: “Mérida es insustituible”, “en segunda no hay un jugador como él”, firmo debajo de eso.
Cuando venga el creador de juego, el Huesca deberá buscar otro central, si puede ser de garantías, mucho mejor, aunque a estas alturas escribir o pedir eso sea muy difícil. No se trata con esto de hacer de menos a los que están, pero el curso pasado ya quedó patente que los centrales del Huesca no era la zona más fiable del equipo, por lo tanto hay tiempo para remendar eso. Como vimos muy poco o nada de los delanteros azulgranas, me guardo lo del ataque para tener mayores elementos de juicio, pero eso sí, en algunos aspectos, parece que el Huesca no ha pescado mal.
David Ferreiro y Javi Jiménez me gustaron por distintos motivos: al margen del señor caño que el primero le atizó a Beñat, se atisbó una calidad por banda zurda que me hace albergar esperanzas que la ausencia de Machis no se va a notar, al menos en el juego colectivo. Del portero, que no tuvo casi trabajo, me gustaron sus dotes de mano y la seguridad que transmitió a la zaga en la media hora que jugó.
Para ser el segundo partido de pretemporada y el primer test serio de los azulgranas, no está mal para ir ajustando las carencias y necesidades del equipo, así que la secretaría técnica, ya sabe por donde tirar, y Anquela y los suyos, también.
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