HUESCA | El Pirineos Canyon ha cerrado su cuarta edición con una importante participación. Más de 275 personas de toda España han asistido a este encuentro barranquista que reúne periódicamente en Boltaña a deportistas, empresas especializadas y técnicos de esta modalidad deportiva. El Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe organizan conjuntamente esta cita, con la colaboración de las instituciones locales y comarcales y la del Geoparque Sobrarbe-Pirineos.
Junto a las salidas a los numerosos barrancos de esta comarca altoaragonesa, y a un importante programa de actividades sociales, las sesiones programadas durante los días 7, 8 y 9 de junio, han abordado aspectos técnicos y de seguridad en el barranquismo, además de dar a conocer cañones de distintos puntos de España y mostrar las novedades en el material para este deporte en una feria paralela. La propuesta de un Código de Buenas Prácticas Ambientales y la celebración de unas primeras ‘olimpiadas’ barranquistas han sido, aparte de todo eso, las principales novedades de esta edición.
Reducir al mínimo los impactos de este deporte en los espacios naturales donde se desarrolla, mediante la autorregulación de sus practicantes, es el objetivo principal de este Código de Buenas Prácticas presentado en el encuentro por sus organizadores. El documento, que se articula a través de una docena de propuestas de sencilla aplicación, ha sido coordinado por el geólogo Ánchel Belmonte -integrante del equipo del Pirineos Canyon, además de responsable del Geoparque de Sobrarbe Pirineos-, que ha contado con las aportaciones de deportistas y de especialistas en diversas disciplinas relacionadas con el medio natural.
Así, el documento plantea en primer lugar, antes de realizar la actividad, la necesidad de informarse sobre las posibles regulaciones legales que afectan a la zona. Durante la entrada y salida del barranco es importante respetar los senderos y no abrir otros nuevos; además de evitar en lo posible el agarre en elementos vegetales, que pueden verse dañados por la reiteración de esta práctica en espacios en ocasiones muy frecuentados. Cerrar los cercados ganaderos y respetar las fincas agrícolas es otra de las recomendaciones que se señalan.
Evitar formar grupos numerosos durante el descenso del cañón, y también los gritos y ruidos innecesarios, que pueden molestar a la fauna; y no manipular peces y anfibios, a los que, señalan, se podrían transmitir enfermedades, son otras de las peticiones que se incluyen. Por supuesto se recuerda la necesidad de no dejar ningún tipo de residuos. Y la de evitar orinar en el agua, especialmente en pozas no conectadas de forma permanente con el cauce, pues podría, advierten, “cambiar su PH y afectar negativamente a la reproducción de macroinvertebrados y anfibios”.
Los saltos, especialmente en época de puesta o de cortejo de algunas especies, es otro de los elementos que podría ser perjudicial para los animales. Por ello se pide comprobar la posible presencia de fauna sensible antes de practicarlos.
Otros ejemplos de protección
Reducir la erosión intentando no pisar sobre las tobas y avanzar siempre que sea posible por la orilla, mejor que por el cauce, para no remover reiteradamente los fondos del río es otra de las peticiones. También se recomienda no levantar más hitos que los que sean necesarios para señalar la ruta, ni otras construcciones de piedras, pues entre ellas viven muchos organismos, y estas prácticas pueden aumentar la erosión; además de no rayar paredes rocosas o musgos.
Una vez fuera del barranco se pide desinfectar el material y los neoprenos periódicamente, especialmente cuando vamos a cambiar de cuenca, para no llevar de una a otra determinadas afecciones. Contribuir a difundir buenas prácticas -y evitar promocionar otras con posibles impactos negativos- es otra de las peticiones que realizan.
Olimpiadas y charlas
La zona de baño de La Gorga de Boltaña fue el escenario de las denominadas olimpiadas barranquistas del Pirineos Canyon. Estas incluyeron pruebas de nado, en situaciones de corriente notable como la que llevaba el río Ara; de progresión segura en roca sobre terreno accidentado; y de evolución por áreas equipadas, que incluyó la ascensión por una cuerda fija, un flanqueo asegurado sobre un pasamanos y un rápel guiado cruzando el río. La seguridad y la pericia en las maniobras fueron, además de la rapidez, los elementos valorados por el jurado. Esta cita contó con premios y regalos, ofrecidos por los patrocinadores del encuentro, a sus participantes.
Entre los ponentes de las jornadas, coordinadas por Mauricio Robledo (CAS) y Belén Lozano (Nabaín), estuvieron Rubén Rúa y Ana Jiménez, que hablaron sobre los barrancos de Gredos; Antonio García, Ángel del Pozo, J. Vicente Monteagudo e Ismael Martínez, que lo hicieron sobre los del valle de Chistau; Íñigo Ayllón, de la FEDME, que disertó sobre seguridad; los especialistas de Barrankisme, que ofrecieron distintos talleres técnicos; y personal sanitario de los clubes Nabaín y CAS que ofrecieron formación de primeros auxilios en los barrancos; y Ánchel Belmonte, del Geoparque de Sobrarbe, que presentó las propuestas ambientales.