Se acabó lo que se daba. Finaliza el mercado invernal de fichajes y el Real Zaragoza lo hace con menor número de jugadores en su plantilla que cuando el mismo empezó. Y es que la operación salida en las filas zaragocistas ha sido bastante más ligera y, sobre todo, poco eficiente. La plantilla se queda corta y faltan huecos por tapar de cara a la parte más importante de la temporada.
Comenzaba el mercado con 24 jugadores en la plantilla del Real Zaragoza y con el deseo de la salida de Pombo, que acabaría cedido en el Cádiz; Bikoro, que marchó hasta el Nuevo Vivero; y Papu, que acabó decidiéndose por Santander. Hasta ahí todo correcto. Pero las salidas de Grippo y Dani Lasure, en parte lógicas debido a su falta de minutos pero discutidas por el peso de ambos en el vestuario, hacen que los planes de Víctor Fernández cambien.
Reforzar las posiciones más débiles
La tarea de Lalo Arantegui era clara: reforzar las posiciones en las que faltaban efectivos y hacerlo lo más rápido posible. Lo primero era encontrar un delantero del estilo de Rapha Dwamena. Y se consiguó con la cesión de André Pereira por media temporada. Luego, la tarea de la dirección deportiva era incorporar un defensa tras la salida de Dani Lasure. Pero no se incorporó un lateral -que habría sido, por otra parte, lo más lógico-, sino que se trajo a El Yamiq, lo que acabó impulsando la salida de Grippo.
Por último, llegó ese mediocentro físico, stopper, que había estado pidiendo Víctor Fernández desde principio de temporada y que faltaba claramente en la plantilla del Real Zaragoza. Y lo hizo Lalo trayendo a Dani Torres. Lo que faltó fue el extremo que solicitaba el míster y que era clave para completar el equipo.
Jugando con un sistema que implique situar jugadores en la banda, no te puede permitir sacrificar a varios de tus jugadores que no son asiduos en esas posiciones. Si el entrenador quiere bandas, debes traer un jugador de banda. O por lo menos no deshacerte de los jugadores que podían ocupar esos lugares. Y esta es lo único que se le puede achacar a la dirección deportiva en cuanto a las posiciones reforzadas.
Fichajes de mucha altura
Pese a que la plantilla del Real Zaragoza haya quedado corta y, seguramente, haya habido que reforzar otras posiciones, los fichajes que ha realizado la dirección deportiva son de una gran talla. Salieron los jugadores que menos servían para Víctor Fernández y se han incorporado a las filas zaragocistas jugadores de muy buen pie.
André Pereira, pese a que aún no ha podido jugar con asiduidad, es un delantero de equipo, que sirve a sus compañeros, y ha caído de pie en el vestuario. Como ya pasó con Puado, Raúl Guti se ha encargado de integrar al ariete luso en una piña que puede hacer soñar a la hinchada zaragocista.
A Dani Torres ya le conocemos todos. Jugador de los que te gusta tener en tu equipo pero no enfrentarte a ellos. Fuerte, dinámico y rudo, da un plus defensivamente al centro del campo zaragocista y suma con su experiencia en la categoría de plata. Perro viejo de los que ganan partidos con su presencia. Acierto de la dirección deportiva al adelantarse a los demás equipos que reclamaban sus servicios.
Jawad El Yamiq es el fichaje menos conocido por la hinchada blanquilla. El nuevo central del Real Zaragoza da un salto de calidad a la plantilla y sobre todo, incorpora aptitudes que no reunía aún el grupo: altura, buen remate de cabeza, velocidad en la zaga… Todos estos alicientes conducen a penar que el defensa marroquí peleará duramente por la titularidad.
Así, la plantilla del Real Zaragoza queda -bastante- corta pero ilusiona. Salieron los que menos contaban y llegaron jugadores que le dan un salto de calidad al conjunto aragonés. Ahora es momento de olvidar los posibles errores que haya cometido la dirección deportiva y saldarlos con lo que hay en casa. Es el momento de estar con el equipo. Estos son los jugadores que van a luchar por devolver al Zaragoza a su sitio y hay que estar con ellos a muerte.