Tercera posición para Luis Alberto Hernando en una Zegama-Aizkorri dominada una vez más por Kilian Jornet. Raúl Criado tuvo que abandonar por problemas físicos. Daniel Osanz se alza con el triunfo en la Zegama Junior Trail. El día estuvo marcado por la adversas condiciones meteorológicas.
Para hacer una crónica de lo acontecido ayer en la mítica Zegama-Aizkorri primero hay que advertir de las condiciones que presentaba el recorrido y de cuales fueron las condiciones meteorológicas que acompañaron a los corredores. Empezando por el terreno, creo que era fácil de imaginar que tras una primavera tan lluviosa y estando en el corazón de Euskadi el suelo estaría blando. No exactamente. Exceptuando el cresterío rocoso de Aizkorri y alguna pradera, el resto era una sucesión de interminables barrizales, tramos de camino inundados y resbaladizas bajadas que más bien parecían toboganes de barro. Y del tiempo qué decir. La edición más dura que muchos recuerdan estuvo marcada por la niebla, el frío, la intensa lluvia y el fuerte viento.
A este panorama tuvimos que hacer frente los 500 corredores que salimos de Zegama. Lo de la salida merece mención aparte. La mística que envuelve a esos minutos previos es para vivirla. Luego, y como cada año, el ritmo inicial es infernal del primero al último. En cabeza se veía cómo lo marcaba Aritz Egea y tras él se iba rompiendo el grupo de favoritos con Luis Alberto en un segundo grupo tratando de dar alcance a Kilian y a Marc Lauestein camino de Aratz. Fue en esta primera ascensión cuando la lluvia, la niebla y el viento hicieron acto de presencia, pero lo peor estaba por llegar. En un Sancti Spiritu abarrotado de aficionados, inicio de la ascensión a Aizkorri, ya veo al llegar cómo abandonan corredores con claros signos de hipotermia. Pregunto y me informan de que Kilian ha pasado en cabeza junto al suizo, con Luis Alberto unos minutos por detrás. La ascensión se hace dura por la pendiente, el barro y la lluvia pero lo peor de todo nos espera arriba. Delante de la cima se inicia un largo cresterío rocoso con escasa visibilidad y azotado por un viento helador. Lo pasamos cada uno como pudimos mientras me imagino que en ese tramo tan técnico Kilian va aumentando su ventaja sobre el resto. Donde nadie se encuentra cómodo, él todavía permanece en su zona de confort.
Cuando vas perdiendo altura desde Aitxuri crees que todo irá a mejor pero no es así. Sí es cierto que las condiciones meteorológicas mejoran algo pero el descenso a las praderas de Urbía es un interminable tobogán de barro y roca que provocó numerosas caídas. Veías cómo la moral de muchos se hundía y optaban por el abandono a la vez que piensas la forma de bajar por ese terreno quienes se están jugando el triunfo. Por cierto, con Kilian ya con unos minutos de ventaja sobre el suizo y con Luis Alberto, tercero, pisándole los talones. Detrás, Merillas y Pivk. A continuación unos bonitos kilómetros para correr hasta los pies de Andraitz, última dificultad montañosa del día que no sirvió para cambiar nada entre los de arriba y creo que ni entre los de atrás, salvo algún nuevo abandono que vi.
Y ya camino de descenso hasta Zegama a través de un bosque de barro donde los primeros clasificados se dedicaron a conservar cada uno su posición hasta una meta donde por octava vez entraba en solitario la leyenda Kilian Jornet. Nueve minutos después haría acto de presencia el que para muchos, no para Kilian que ya avisó el día anterior, sería la sorpresa de la presente edición, el suizo Marc Lauestein. Y tercero, a un minuto, nuestro Luis Alberto Hernando firmando otra gran actuación que le aupó al podium, sobre todo si tenemos en cuenta que venía de un gran esfuerzo en su enorme victoria en Trasvulcania tan sólo dos semanas antes. En cuarta posición entró Manuel Merillas, corredor leonés asiduo del Pirineo aragonés en sus entrenos.
En las siguientes horas entraríamos el resto de mortales. Cada uno tras haber superado como buenamente pudo las numerosas adversidades que se nos fueron presentando. Las mismas que a los élite, pero nuestros cuerpos son otros. Y también nuestras mentes. Cruzar la meta de Zegama unas horas después y aplaudido por una afición impresionante que horas antes estaba recibiendo a los Kilian, Luis Alberto y compañía no tiene precio. Y es que es la gente, la afición, la que hace grande a esta carrera fundamental en las Skyrunning World Series.
Daniel Osanz se lleva la Zegama Junior Trail
La otra gran alegría de la jornada vino en la carrera junior. Allí, y en un también embarrado circuito de 11 kilómetros, se alzaba con la victoria el jacetano Daniel Osanz. Bajo una intensa lluvia, el atleta jaltoaragonés logró imponerse a la legión de jóvenes vascos y catalanes que optaban al triunfo. Una prueba rápida pero con las numerosas dificultades de un terreno casi impracticable y que se acabó decidiendo en el tramo final donde Osanz pudo soltar ligeramente a Aitor Ajuria y entrar victorioso con tan sólo siete segundos sobre el vasco en la Zegama Junior Trail. Sin duda, un brillante triunfo del de Jaca, tanto por la calidad de los rivales como por el lugar donde se consiguió.
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