ZARAGOZA | Al Casademont hay que matarlo muchas veces, si lo dejas vivo, acabas lamentándolo. Sino que le pregunten al Polkowice polaco, que esta tarde ha caído en el cuarto partido de la fase de grupos de la Euroliga femenina a manos de un Casademont (63-72), que ha firmado un último cuarto para la historia, con un parcial de 9-26, para llevarse un choque que se les puso muy cuesta arriba fruto de un primer cuarto errático en ataque y acceder a la siguiente fase de manera matemática. Las de Cantero tardaron en encontrar el hueco indicado para meter la llave y entrar a canasta, pero cuando lo hicieron, los puntos pasaron como agua. En las locales, Steinberga fue una auténtica pesadilla anotando hasta 21 puntos que golpearon como un martillo. No obstante, Mariona Ortiz firmó un partidazo y, aunque su aportación va mucho más allá de lo estadístico, cosechó 13 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias para lograr el MVP con 20 créditos. De igual forma, Nystrom fue un seguro de vida desde el triple, convirtiendo 5/7 y logrando importantes 15 puntos en momentos de flaqueza. El papel de Gatling en la pintura volvió a ser soberbio, cosechando 12 puntos y 7 rebotes fundamentales.
Karol Kowalewski apostó por sacar en su quinteto inicial a Alexis Peterson, Maria Jespersen, Anete Steinberga, Weronika Gadja y Emma Cannon. Carlos Cantero, por su parte, eligió a Ellen Nystrom, Mariona Ortiz, Dalma Czukor, Tanaya Atkinson y Markeisha Gatling.
El Casademont empezaba de la mejor forma posible con dos triples de Nystrom que auguraban las mejores sensaciones para el equipo de Cantero. No obstante, Cannon, Steinberga y Peterson se ocupaban de no perderle la clara al partido (7-6) en los primeros cuatro minutos. Mariona Ortíz hacía una canasta con gran calidad y técnica y, de nuevo, la furia sueca golpeaba en forma de triple, con una Nystrom inapelable que, unido a otro de la propia capitana dejaban el luminoso en 9-14 a falta de cinco minutos para el final del cuarto. Gatling se ocupaba de establecer la máxima con una clásica canasta en la pintura y todo parecía ir sobre ruedas (9-16).
De repente, el Polkowice despertó y vía Cannon y Steinberga, y no solamente redujeron la sangría, sino que haciendo un parcial de 9-0 (18-16), se ponían por delante y obligaban a Cantero a pedir tiempo muerto. El partido estaba siendo realmente intenso, pero el Casademont debía evitar jugadas que le hacían excesivo daño en ataque. Asimismo, las rojillas tampoco podían vivir eternamente de los aciertos exteriores y, tras la pausa, Peterson volvía a anotar para ampliar la renta y Davis hacía una doble canasta que ponían el 24-16 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto comenzó como un ‘déjà vu’ del primero: Czukor hacía un triple nada más comenzar para romper el hielo, pero Cannon respondía de dos. No obstante, Nystrom, que estaba más que afilada desde el 6,75, volvía a convertir su cuarto triple para estrechar el cerco. El Casademont estaba puntuando a cuentagotas, prueba de ello era que ni Mawuli ni Atkinson habían logrado estrenarse. A falta de cinco minutos, Rennia Davis le ganaba un rebote a Gatling, pero la propia pívot americana tiraba de orgullo y respondía con contundencia (29-24).
El cuarto no estaba gozando de excesivos puntos, pero el Polkowice lograba poco a poco aumentar su renta y las de Cantero, con obvios problemas en ataque desde el aluvión de triples, no sabía cómo traspasar la muralla polaca. El reloj indicaba que quedaban 3.49 y las rojillas lo intentaban con una Mawuli que aparecía para poner la diferencia en 6 puntos (32-26). De todas formas, Polkowice seguía demostrando por qué le costó tanto ganar allí a Fenerbahçe y con sendas canastas de Steinberga, inconmensurable hoy, y Rennia Davis ponían el +10 en el luminoso a falta de dos minutos (36-26). Más allá de que Laia Flores, que volvía tras su lesión, aportara al marcador con un buen tiro de dos, poco más pasó en un segundo cuarto en el que Steinberga y Hermosa, anotando un libre cada una, pusieron el final (37-29).
El Casademont necesitaba mejorar en tiros de dos y dejar de vivir de los triples como único método de ataque. De hecho, las de Cantero habían anotado más desde el triple (6/15) que de dos (5/18). La buena noticia era que el equipo seguía vivo y que, dependiendo de cómo sentara el descanso, el encuentro era más que remontable.
Steinberga, una pesadilla
Ambos equipos salieron tímidos tras el descanso, aunque quizá algo más el Casdemont. Emma Canon anotaba de dos y al poco Gatling cometía su tercera falta personal que empezaba a limitar a la pívot. Steinberga establecía una nueva máxima con otra canasta, aunque la propia Gatling inauguraba el parcial para las visitantes cazando un rebote. De nuevo, la de siempre, Steinberga, seguía con el martillo, aunque Mariona Ortiz, con inmensa ambición y pillería le otorgaba un bonita asistencia a Mawuli, que se estaba viendo superaba por Steinberga, pero lograba sumar.
No obstante, la pívot letona local estaba en estado de gracia y lograba un 2+1 para seguir ampliando la ventaja, junto a una buena canasta de Cannon, metiéndose por medio de todas las visitantes, para establecer una nueva máxima de +13 (48-35). Más allá de la calidad e ímpetu de Mariona Ortiz, el Casademont no estaba acertado en ataque (8/26 en tiros de dos) y necesitaba despertar cuanto antes para no perderse en el duelo. Tras más de 16 minutos en pista, Atkinson se presentaba en el partido sumando un espectacular triple y Nystrom la imitaba para sumar su 5/6 desde el 6,75, dando alas al Casademont a falta de tres minutos (50-41).
La realidad es que el Polkowice estaba eligiendo muy bien cuándo hacer sus faltas y el Casademont no, porque Nystrom, la rojilla más inspirada y encargada en este duelo de defender a Steinberga, cometía su cuarta falta y era obligada a sentarse, restando opciones de remontada. No obstante, Laia tenía ganas de volver y salía a pisa para hacer un tiro de tres y seguir a flote (52-44). Finalmente, Peterson sacaba una asistencia de la manga en el ultimo momento para Steinberga, que sumaba al momento 19 puntos, y ponía fin al tercer cuarto (54-46).
Un último cuarto para la historia
Las sensaciones antes de disputar los diez últimos minutos no eran las mejores. El Polkowice estaba desatado en ataque con una Steinberga difícil de frenar. No obstante, el baloncesto es un estado de ánimo y las chicas del Casademont volvieron a demostrar cómo ser un equipo con alma. Las polacas comenzaron el último cuarto con muchas dudas en ataque y las rojillas lograron aprovecharlo. Primero Atkinson con un libre, luego Gatling de dos y a la postre una Brcaninovic que empezaba a soltarse la melena desde el triple obligaban al técnico local a pedir tiempo muerto ante la creciente amenaza de las de Cantero, que ya habían recortado mucha distancia a falta de ocho para el final (54-52).
No obstante, de poco servía esta pausa, porque las leonas zaragozanas salían con el cuchillo en la boca y, de nuevo Gatling, muy bien en el rebote ofensivo, y Atkinson con un oportuno 2+1, culminaban la remontada visitante (54-57). El Polkowice no se lo creía, había pasado de vencer por +13 en el tercer cuarto a caer por tres en cuestión de minutos. No contenta con ello, Brcaninovic volvía a hacer un triple que tiraba la puerta abajo y que demostraba que al Casademont había que matarlo muchas veces, porque si lo dejabas vivo, lo lamentarías a la postre.
Asimismo, Atkinson ya había calibrado y con una Dalma Czukor inexpugnable en el rebote defensivo seguían sumando para hacer en el City Sports Hall Polkowice un silencio sepulcral. Mariona, clave durante todo el choque, tanto robando en defensa, como anotando en ataque se permitía el lujo de matar el partido y establecer el +11 de diferencia (57-68) y confirmar lo que las polacas se temían, una remontada de ensueño.
Gran parte de la “culpa” de este cambio la tenía Carlos Cantero y su staff, que había sabido poner un auténtico cerrojo en la pintura local, habiendo concedido solamente la friolera de 3 puntos en 8 minutos y 20 segundos. La otra gran culpable era una Mariona Ortiz imprescindible, que jugaba, hacía jugar a sus compañeras y no lo permitía a las rivales. Más allá de un tiempo muerto “a la desesperada” de Kowalewski, el Casademont certificaba su tercera victoria europea con una canasta impecable de Mariona y otra de Brcaninovic que ponía la guinda al pastel y que hacía el 63-72 definitivo. Un último cuarto de ensueño, de infarto, del que faltan adjetivos en la RAE para definir, permitía al Casademont encontrar su mejor versión a tiempo, antes de que sonara la alarma, para lograr un triunfo inverosímil y lograr el billete para la siguiente fase de la competición más importante de clubs europeos.
Ficha técnica:
POLKOWICE (63): Davis (10), Piestrzynska (-), Zahui (-), Peterson (13), Jespersen (3), Steinberga (21), Gajda (1), Nielacna (-), Cannon (15), Piechowiak (-), Jeziorna (-), Zasada (-).
CASADEMONT (72): Nystrom (15), Ortiz (13), Brcaninovic (8), Flores (7), Czukor (3), Pueyo (-), Hermosa (1), Atinson (9), Mawuli (4), Gatling (12), Mistinova (-).
PARCIALES: 24-16 / 13-13 / 17-17 / 9-26
ÁRBITROS: Kapitany, Perry y Tukiss.
INCIDENCIA: Cuarto encuentro correspondiente a la fase de grupos de la Euroliga femenina disputado en el City Sports Hall de Polkowice (Polonia) ante 450 espectadores.