Por fin llegó el verano, los baños en las piscinas, en ríos, tardes de terrazas, las noches de calor y de dormir con las ventanas abiertas, paseos por parques y campiñas, y en todas estas bucólicas propuestas suelen estar presentes unos indeseables compañeros: “los bichos” y sus molestísimas, y a veces peligrosas, picaduras.
Vamos a repasar algunas de las más frecuentes y como diferenciarlas y tratarlas.
MOSQUITO
Esta es la más común y la que todos hemos sufrido en más de una ocasión, Cuando el “bicho” ha decidido que somos su banquete, aparece una pequeña rojez en la piel acompañada de un habón, “como reacción alérgica a la saliva que deja este insecto al chupar la sangre, la reacción puede no ser inmediata.
No suelen dar mayores problemas, salvo alergias, no obstante hay que tratar de no rascarse para no provocar una infección cutánea. “En tal caso, basta con aplicarse alguna pomada de venta en farmacias antiinflamatoria o con corticoides”
Mas grave es la picadura del Mosquito Tigre. Este mosquito es un insecto invasor de origen surasiático, catalogado como una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo según el Grupo Especialista de Especies Invasoras (GEEI) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La diferencia con los mosquitos comunes es que se trata de un mosquito pequeño, de no más de un centímetro de longitud, de color negro y con un patrón característico de manchas blancas en el abdomen y rayas también blancas en las patas posteriores.
El mosquito tigre actúa como vector, es decir, puede transmitir diversas enfermedades, como el dengue, la fiebre chikungunya o el virus de Zika. No obstante, en España son enfermedades no endémicas, de manera que el riesgo de transmisión es muy bajo.
Para prevenirlo las picaduras de los mosquitos, basta con usar repelentes, los que se aplican sobre la piel, líquidos o en spray, son muy eficaces. No lo son tanto las pulseras, las tobilleras ni los ultrasonidos”.
ABEJAS Y AVISPAS
Hay una característica que diferencia las picaduras entre las abejas y avispas, la abeja deja el aguijón tras picar, cosa que no sucede con la avispa.
Habitualmente, además del dolor, se produce una reacción cutánea alrededor de la picadura de un diámetro menor de 10 cm, con enrojecimiento y picor seguido de una inflamación, en ambos casos.
Si la picadura es de abeja se debe retirar el aguijón rápidamente, aunque con cuidado de no hacer presión sobre el saco que contiene el veneno para no inocular una mayor cantidad de veneno.
Puede ocurrir que aparezcan reacciones locales extensas: que la inflamación sea de más de 10 cm y que permanece durante más de 48 horas.
Tratamiento: debe lavarse la herida con agua y jabón, aplicar compresas frías o hielo, desinfectar la zona y no rascarse para evitar el riesgo de sobre infección. El tratamiento además puede incluir el uso de antihistamínicos orales y corticoides en crema u orales hasta la remisión de los síntomas.
Posibles complicaciones: Entre el 15% y 25% de la población presenta sensibilización al veneno de avispas o abejas. Sin embargo, las reacciones graves aparecen solo entre un 5% y el 15% de la población.
En personas alérgicas, una simple picadura bastará para provocar un cuadro que puede ser solamente cutáneo o una reacción generalizada. En esos casos es necesario administrar antihistamínicos orales o inyectables y en caso de inflamación asociada es útil el uso de corticoides. Si se trata de una anafilaxia, el tratamiento es la adrenalina intramuscular. En todo caso es imprescindible la asistencia médica urgente y el posterior estudio por un alergólogo.
ARAÑAS
El aspecto de la picadura dependerá del tipo de araña: “A veces aparecen con dos puntitos, pero no son fáciles de ver. En otras, aparecen vesículas y enrojecimiento en la zona. Pero lo más habitual es sencillamente que produzca un intenso dolor e inflamación
En otro tipo de araña, tras la picadura, a los 30 a 60 minutos, el área de la picadura se vuelve roja e inflamada con una herida central llamada lesión de “diana”. El enrojecimiento y dolor intenso se desarrollan en el espacio de 8 horas a medida que la herida central se vuelve más grande, se llena de sangre, se abre y luego deja una úlcera muy sensible. Durante esta etapa, a menudo, se forma un área de color azul oscuro o morado alrededor de la picadura, generalmente con un anillo rojo alrededor de ella. La atención médica generalmente solo es necesaria si se forma una úlcera y dura más de unas semanas.
Tratamiento: Hay que limpiar, desinfectar y aplicar hielo para aliviar el dolor. Si persiste, hay que acudir al médico, donde se pondrá tratamiento analgésico y antiinflamatorio.
GARRAPATAS
Son fáciles de identificar porque no son picaduras, sino el propio insecto que se queda adherido. Se trata de un insecto que “parece una lenteja y va creciendo” a medida que chupa nuestra sangre.
Lo fundamental, es NO quitarlo, que es la primera intención que tenemos todos al ver un “bicho” en nuestro cuerpo, pero eso es un error.
Las garrapatas tienen con un sistema de anclado, un sistema de dientes, que se quedará en el interior de la piel si se arranca, lo que hay que hacer es asfixiarlas, empleando para ello aceite, vaselina, sal . Así, los dientes se sueltan y se desprende entera. Hay que desinfectar la herida. Este procedimiento se puede hacer tanto en casa como en un centro de salud. Y hacer una analítica de sangre, ya que la garrapata transmite la Enfermedad de Lyme.
PULGAS
La picadura de pulga puede parecerse a la picadura de mosquito, aunque es más pequeña, Son pequeños puntos rojos con el centro de color rojo oscuro. Lo normal es que aparezcan varios piquetes (3 o 4) en una zona determinada. El piquete de pulga no suele formar ampollas. Las pulgas suelen morder en zonas donde hay vello.
Si se ha rascado observará una pequeña costra rodeada por una especie de halo rojizo. En la zona más próxima a la picadura notará una pequeña hinchazón o inflamación.
Tratamiento: Para aliviar el picor, lo más adecuado es aplicar frío, hielo para que baje la inflamación. Y si no baja, recurrir a un antihistamínico.
ALACRAN
En nuestra zona podemos encontrarnos a estos animales, pero no los más venenosos.
Cuando nos pica un alacrán (el tipo de escorpión más común en España) la zona donde ha clavado su aguijón queda enrojecida con un centro necrótico oscuro e inflamado. Y muy doloroso. Además, los escorpiones suelen paralizarse después de picar, de modo que es fácil verlo.
Tratamiento: Lo primero que hay que hacer es lavar la zona con agua y jabón, desinfectarla con antiséptico y poner hielo. Permanecer con la zona de la picadura elevada, y acudir al hospital mas cercano, para que le administren analgésicos y antídotos, si es necesario, Y una recomendación: “Hacer una foto al alacrán para que los médicos sepan exactamente qué le ha picado”.
Pero en la playa también podemos recibir picaduras de otros animales
ERIZO DE MAR
La espina de erizo es muy afilada y dura en el extremo, pero tiene una zona más frágil por donde se rompe y deja la punta clavada en nuestro cuerpo.
Hay que intentar por todos los medios extraer las púas, sobre todo si se encuentran en articulaciones, zonas de apoyo o áreas muy inervadas. Primero hay que desinfectar primero la zona y agrandar el orificio producido por la púa para poder extraerla. Una de las mejores formas es con un alfiler o aguja, previamente desinfectada. Es mejor hacerlo con la piel húmeda, porque la piel seca se contrae y resulta más difícil sacarla.
Las púas del erizo no suelen revestir gravedad porque no son tóxicas. Sin embargo, hay que cuidar bien la herida para que no se infecte. También pueden quedarse dentro y enquistarse, lo que causará inflamación y dolor.
MEDUSAS
La intensidad de la picadura de una medusa depende de la especie —puede ir desde un ligero escozor a un dolor intenso— y de la zona del cuerpo afectada. Cuando los tentáculos de la medusa rozan nuestra piel se produce enrojecimiento, escozor y una leve inflamación de la zona. En casos excepcionales, la picadura puede desencadenar una reacción alérgica severa que provoca un choque anafiláctico.
Tratamiento: Hay que neutralizar el veneno con vinagre o alcohol durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, hay que limpiar la zona con suero fisiológico o agua de mar: Nunca con agua dulce porque se pueden romper más células urticantes de la medusa. También se puede aliviar el escozor con frío y con cremas con cortisona.
Debemos comprobar si ha quedado adherido a la piel algún tentáculo porque seguirá segregando tóxico.
Carabela Portuguesa: Este año estamos viendo una abundante cantidad de este tipo de medusa, que es bastante mas tóxica que las medusas comunes del mediterráneo, cuya picadura puede ser peligrosa: “Puede provocar una reacción alérgica. Nada más recibir la picadura, lo mejor es acudir a urgencias, donde se cogerá una vía al paciente para la posible administración de medicación.