ZARAGOZA | El Real Zaragoza se mide al Real Valladolid en el José Zorrilla, en la última bala de Julio Velázquez en el banquillo. La elección de esa prórroga se escribe hoy en el nombre de Juan Carlos Cordero. Se sospecha que el director deportivo fue el único valedor de un técnico que nunca entendió La Romareda, que se mantuvo en su lugar por pura improvisación, en contra de la opinión pública y de la pura razón. Si alguien creyó en su prórroga fue por una cuestión estratégica. El Zaragoza quería ganar tiempo y en realidad lo estaba perdiendo.
El técnico decidirá hoy su puesto en un lugar simbólico, que convierte en verdadero un dicho: uno no es de dónde nace, sino de dónde pace. Y en Valladolid creció Julio Velázquez. Algunos piensan que nunca llegó a comprender al Zaragoza. El club del león depende del ADN más que del esfuerzo, de la exigencia mucho más que de una extraña teoría de la relatividad. Y hoy, con su técnico como cómplice, está en plena guerra civil.
Cayó el Zaragoza ante el Amorebieta y las secuelas han sido amplias, lo suficiente como para que el partido de hoy tenga todavía las vísceras de una larga resaca. El equipo blanquillo llega plagado de bajas, con soluciones de cantera en su convocatoria, que parecen pura galería para un técnico que nunca creyó en ellas. Entre las bajas hay ausencias dolorosas: Cristian Álvarez, Francho Serrano, Víctor Mollejo, Santiago Mouriño, Sinan Bakis y un largo etcétera.
Enfrente estará un Valladolid en horas bajas, que viene de perder ante el Andorra. Pero lejos del ambiente que se vive en Zaragoza, vencido ante los débiles, con 1 de 9 en el último balance, 15 de 39 en una vista mayor. Solo un milagro salvará al técnico, cada vez más áspero ante los medios, convencido de que la muerte que se anuncia es solo suya.
Con la nieve como decorado, el fútbol reúne hoy a Valladolid y Real Zaragoza. El poder de un recién descendido frente a un club con más margen del que dicta su fútbol. En otro tiempo sería un duelo de Primera en una liga de segunda, pero hoy es una final anticipada, una lucha por ver quien vive un momento peor. En una guerra de milicias, la pugna reside en ver qué incendio tiene más réplicas.
El sábado enfrenta a dos equipos que caminan en busca de un objetivo. El fútbol dictará de nuevo sentencia. Y decretará por quien doblan las campanas.
Posibles alineaciones:
Real Valladolid: Jordi Masip; Pérez, Tárrega, Bonyomo, Lucas Rosa; Juric, Monchu, Víctor Meseguer; Kenedy, Amath Ndiaye, Marcos André.
Real Zaragoza: Edgar Badía; Fran Gámez, Alejandro Francés, Lluís López, Jair Amador, Quentin Lecoeuche; Marc Aguado, Jaume Grau, Toni Moya, Maikel Mesa; Germán Valera, Iván Azón.