El Bada Huesca recibe este sábado a un Valladolid con el exHuesca Ander Ugarte en sus filas. Tras el mazazo del miércoles contra el Guadalajara casi no hay tiempo ni de lamerse las heridas. Llega el segundo partido de la temporada, el segundo en casa y el único objetivo es el de sumar los puntos en juego ante un siete que abrió la 2020/21 con victoria ante Puerto Sagunto (31-33). Para los apasionados de los datos. El extremo derecho Jorge Serrano acabó con 7 goles de 8 lanzamientos y el portero de Valladolid Carlos Calle terminó con un 20,5 por ciento de paradas.
El partido del sábado (20.00) se disputará también con público. Todo indica que volverán a ser 300 aficionados los que puedan sentarse en las gradas. Pocos para un Palacio tan grande. Mucha frialdad para un partido de competición que se viste de esa forma en entrenamientos con público. Pero son tiempos de Covid-19, de pandemia o de miedo por encima de la necesaria seguridad.
Nolasco afronta el duelo del sábado con la urgencia de que su equipo recupere “las sensaciones” de una pretemporada que dejó muy buena impresión en sus amistosos contra Anaitasuna, Granollers y Bidasoa. “Quiero ver sobre la pista, compitiendo, lo que veo entrenando”, señala el técnico del Bada que seguirá sin contar con Álvaro del Valle, baja de larga duración, ni Domingo Mosquera. Ambos son zurdos y eso también limita el poder del equipo ya que tiene menos variantes en el lado derecho del 40×20.
Del rival destaca que llegará a Huesca con la moral alta y la dificultad de juntar dos partidos seguidos fuera de su cancha. Vallaolid mantiene casi la misma estructura que la pasada campaña. Ha subido jugadores de la base, internacionales con España, por lo que hay calidad en los gemelos Martínez Lobato. El bloque lo siguen comandando Diego Camino y Adrián Fernández que saben poner el ritmo necesario en cada momento. “La escuela de Valladolid del juego con el pivote está muy bien representada en este equipo”, subraya Nolasco.
Para el preparador del Bada Huesca, una de las claves va a estar en la defensa, en controlar el repliegue contra un equipo que tiene en la contra uno de sus fundamentos y al que no le importa el intercambio de goles. Puede ser un Bada Huesca Valladolid eléctrico si no se ajustan las defensas.