El Wanapix Zaragoza afronta este sábado un partido vital en casa ante el Ribera Navarra FS. El equipo dirigido por Jorge Palos llega a la cita con la moral renovada tras una semana de entrenamientos en la que, por primera vez en la temporada, ha contado con toda la plantilla disponible. “Ver a todos los jugadores entrenando juntos nos ilusiona y nos da confianza para lo que queda”, aseguró el técnico en la previa del choque.
Un duelo clave para cambiar la dinámica
Palos tiene claro que este encuentro es una final anticipada. Más allá de los tres puntos en juego, el equipo necesita una victoria para dar un giro definitivo a su estado anímico: “No pensamos en los nueve partidos que quedan, solo en este. Cuando acabe, hablaremos de lo demás. Nos ayudará a cambiar la mentalidad y consolidar la confianza”.
Un rival bien conocido
El técnico reconoció que será un partido muy igualado y tenso. Ambos equipos se han enfrentado en Liga y en pretemporada, lo que hace que se conozcan bien: “Ellos han cambiado jugadores en invierno, pero mantienen su bloque colectivo. En la ida nos pasaron por encima en muchos aspectos que no podemos repetir”.
Además, destacó que Ribera Navarra también se juega mucho: “Ellos tampoco pueden permitirse dejar puntos. Será un partido con mucha tensión, una pequeña final para ambos”.
Factor afición: una llamada al zaragocismo
Uno de los puntos que más preocupa a Palos es el ambiente en el pabellón. El entrenador advirtió sobre la presencia de numerosos aficionados del Ribera Navarra, por lo que hizo un llamamiento a la afición de Zaragoza: “No puede ser que juguemos como si estuviéramos fuera de casa. Nuestra gente tiene que venir, animarnos y ayudarnos cuando las cosas se pongan difíciles”.
Con el equipo necesitado de un punto de inflexión, el partido de este sábado puede marcar un antes y un después en la temporada del Wanapix Zaragoza.