Ha sonreído Guillermo Arenas cuando se le ha preguntado esta mañana, en la rueda de prensa sobre el Araberri, rival este sábado (18.00) del Peñas, sobre las posibilidades de su equipo de clasificarse para la Copa Princesa. Y rápido ha sacado ese discurso atribuido al ‘Cholo’ Simeone, pero que es de todo entrenador que se precie con los pies en el suelo: el partido a partido. Eso sí, Arenas lo ve “complicado”. El calendario no ayuda, pero que lo van a intentar por descontado. Eso sí, el primer escalón que hay que subir es el del Araberri. Y no será fácil.
El Peñas va a encadenar su segundo partido fuera de su casa. Como ocurriera en Lérida tampoco estará solo. Está previsto que (casi) un centenar de aficionados acompañen al equipo. Y es importante. Ocurrió contra el Lleida. Estaban mal las cosas y el equipo remontó. Los jugadores son conscientes de que ese aliento desde la grada metió alguna canasta más. Sobre el papel, el partido de este sábado (18.00) se presenta con un molde similar al de la anterior jornada. Los vitorianos juegan mucho mejor que ese décimo puesto que ocupan en la clasificación de la LEB Oro. Su último compromiso fue contra Palencia. Perdió 92-87 y estuvo allí. Todos los cuartos por encima de los 20 puntos.
Araberri tiene en Robinson a una máquina de buen baloncesto. “Sobre él construyen su ataque”, dice Arenas. Y tiene buenas individualidades. El preparador del Peñas reconoce que ese jugador –máximo anotador de la LEB Oro- “obliga a tener cosas para defenderlo”, pero con inteligencia porque esas individualidades del equipo vasco implica que no puedas perder la atención sobre otros jugadores. Con nombre propio ha hablado de Dedovic por su “versatilidad” -ya le ha hecho daño al Peñas defendiendo otro escudo- y el poderío físico de Kamba, “de los mejores de la Liga”, precisó Arenas.
Cuando se cierra el año, el técnico del Levitec Oro sigue fiel a su discurso del inicio de la campaña. No cambia objetivos, se aferra a ir ganando confianza en el juego propio y a cristalizar fuera de casa lo que hace el equipo al abrigo de su afición. Todo eso le lleva a estar en la zona noble de la clasificación, pero sin perder la perspectiva. Sin duda, la victoria contra el Lleida y por la forma en la que se consiguió ha elevado las prestaciones de un equipo que llega al último compromiso del año con todos sus jugadores para ser convocados.