Victoria del Casademont Zaragoza por 91-93 en la pista del Brindisi italiano. Una canasta sobre la bocina de Dylan Ennis daba el triunfo a los aragoneses. La derrota del Bonn por 103-84 en pista del PAOK ya dejaba a los de Fisac como líderes del grupo, pero aún así el equipo ha luchado hasta el final para ganar.
El partido comenzó con muchísima igualdad en un primer cuarto en el que la máxima renta lograda fue de cinco puntos en favor de los italianos (15-10). Un primer parcial marcado por una anotación no excesivamente alta y marcado por el tanteo entre ambas escuadras.
Brindisi lleva la iniciativa ante Casademont
Con 17-15, arrancaba el segundo periodo que transcurrió por el mismo camino del equilibrio, aunque como en el primer parcial, las ligeras ventajas manejadas eran italianas. La máxima fue de 6 y con un punto menos, fue con lo que se marcharon de renta al paso por vestuarios, 36-31 en favor del equipo de Vitucci.
En la reanudación, el equipo dirigido por Porfi Fisac, aún sin jugar un baloncesto brillante, logró igualarlo en solo tres minutos (50-50). Sin embargo, justo después, nuevo parcial de 6-0 liderado por un espectacular Stone con dos mates tremendos, que llevó a Fisac a parar el partido.
Un tiempo que no tuvo efecto instantáneo. Brindisi llegó a mandar por 8 que fue su máxima, sin embargo, la reacción sí llegó poco después con la entrada de Alocén en pista. 8-0 de vuelta para igualar el choque. Ahora lo paraba Vitucci y como si de un ping pong se tratara, de nuevo la pelota al tejado rojillo con otro parcial en favor de los italianos que acabaron el parcial solo 3 por arriba (64-61). Ya dentro del último cuarto, ampliaron la distancia hasta cerca de los diez.
Cuando los zaragozanos se encontraban contra las cuerdas, apareció para poner la música una vez más, el DJ de Casademont. Seeley dijo “balones a mí”. Agarró a su equipo al partido y de qué manera para colocarlo solo a un punto. 76-75 con todavía cinco minutos de partido por jugar.
Llegaban buenas noticias desde Grecia
El encuentro estaba en todo lo alto pudiendo pasar de todo y los rojillos evidentemente lo querían ganar, aunque las noticias de Grecia no podían ser mejores. PAOK, en una ironía por lo que sucedió en Ginebra en su día, vencía a Bonn y Casademont certificaba así su primer puesto de grupo.
Volviendo al juego en Italia, la igualdad era máxima y se mantenía hasta el final. Se entraba en el último minuto y medio de juego con empate a 88 tras un canastón de Alocén.
Brindisi lograba una ventaja de tres desde el 4,60. Benzing desde el mismo libre, volvía a apretar el choque ya dentro de los últimos 60 segundos. Porfirio decidía defender, el equipo aragonés lo hacía de lujo y en transición. Seeley recibía una falta clara que le llevaba a los tiros libres. La pena es que solo anotó uno de los dos.
La magia de Dylan Ennis
La opción de ganar era para los locales. Brindisi se hacía un lío enorme en ataque y perdían la pelota dejando a Casademont la oportunidad de vencer con 2,6 segundos. El balón le llegaba a Ennis y Dylan hizo magia. Recibió muy lejos del aro, fintó el lanzamiento, se fue para dentro y dejó una bombita a tabla que entró directa para ganar el partido sobre la bocina.