LA FIFA ha acordado una serie de propuestas para afrontar las consecuencias jurídicas surgidas por la pandemia mundial de COVID-19. Así desliza que los contratos se “amplíen” hasta la conclusión real de la temporada, que clubes y futbolistas “colaboren” para llegar a acuerdos y encontrar soluciones durante el periodo de suspensión de la actividad futbolística. Además, la FIFA será “flexible y permitirá el aplazamiento de las ventanas de transferencias” entre el final de la temporada actual y el inicio de la próxima.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, señala que “la epidemia de COVID-19 ha cambiado claramente todas las circunstancias objetivas en torno al fútbol durante esta temporada”. Infantino, además, señala que esperan que “este proyecto común constituya un ejemplo positivo de la capacidad de respuesta del fútbol, y demuestre nuestra unión, solidaridad y disposición para llegar a acuerdos que nos permitan afrontar los tiempos difíciles que están por llegar. Antes de eso, si hay una cuestión que todos deben tener clara, especialmente en estos momentos, es que la salud es lo primero, mucho antes que el fútbol“.
Por ello, se acordaron una serie de directrices, resumidas en tres apartados: vencimiento e inicio de los contratos de los jugadores, contratos de empleo que no puedan cumplirse, y periodos de inscripción. Por lo que respecta a la ampliación de los contratos señala que esta medida se corresponde con la “intención original de las partes al firmar el contrato y contribuirá a preservar la integridad y la estabilidad del deporte. Un principio similar se aplica a los contratos cuyo inicio estaba previsto para el principio de la próxima temporada: su entrada en vigor se pospondrá hasta el inicio real de la misma”, apunta.
Sobre los contratos de empleo que no puedan cumplirse debido al gran impacto causado por la pandemia en los ingresos de los clubes, la FIFA “recomienda encarecidamente” a clubes y jugadores que “colaboren para llegar a acuerdos y encontrar soluciones durante el periodo de suspensión de la actividad futbolística”. “Si las partes no logran llegar a un acuerdo y, como consecuencia, los casos se trasladan a la FIFA, se examinarán los siguientes factores: la existencia de un intento genuino por parte del club de llegar a un acuerdo con los jugadores; la situación económica del club; la proporcionalidad de las adaptaciones a los contratos de los jugadores; los ingresos netos de los jugadores después de adaptar los contratos, y el trato igualitario a los jugadores”, se indica.
Respecto a los periodos de inscripción, se especifica que “es necesario adaptar la situación regulatoria normal a las circunstancias objetivas actuales” y que por dicho motivo “la FIFA será flexible y permitirá el aplazamiento de las ventanas de transferencias para que se emplacen entre el final de la temporada actual y el inicio de la próxima”. “A su vez, la FIFA intentará garantizar, siempre que sea posible, que exista un nivel de coordinación general, y tendrá presente la necesidad de proteger la regularidad, la integridad y el buen funcionamiento de las competiciones a fin de que los resultados deportivos no se vean alterados de manera injusta”, concluye.