HUESCA | Jorge Pulido tuvo que guardar descanso en la vuelta al trabajo del Huesca. El capitán está extenuado. El `14´ azulgrana acabó muy cansado tras el esfuerzo efectuado en Castalia. En el entrenamiento del lunes trabajó en la bicicleta estática y el miércoles se quedó en el gimnasio. El futbolista de 33 años sigue las órdenes de Hidalgo y va al límite cada jornada. Los servicios médicos le han preparado un planning de trabajo que le sirve para recuperar fuerzas y llegar en las mejores condiciones posibles al choque del Nuevo Arcángel.
16 despejes, un tiro bloqueado, tres intercepciones, dos entradas, dos duelos ganados en el suelo, cuatro en aéreos… fueron algunas de las estadísticas de la leyenda del Huesca ante el Castellón. Pese a los años, sigue liderando la zaga altoaragonesa, aunque ha encontrado a dos socios de mucho nivel: Blasco y Loureiro. El francés está aprendiendo a pasos agigantados de su compañero de habitación. El gallego por su lado, llegó como lateral derecho y se ha convertido en un comodín para cualquier puesto de la zaga. Defiende lo suyo y lo de Valentín.
Pulido vive su octava temporada en el Huesca y tiene delante la oportunidad de hacer una vez más historia con los oscenses. Su experiencia, con 270 partidos y dos ascensos a sus espaldas, es vital en estos momentos. Su liderazgo ayuda al vestuario y conoce perfectamente como gestionar los tiempos en el actual momento de los azulgranas. En la plantilla, solo Dani Jiménez y él tienen la experiencia de haber ascendido a Primera División y sus conocimientos en estos momentos son oro puro para sus compañeros de vestuario.