El Heliodoro Rodríguez López acogió el partido correspondiente a la jornada 34 entre dos equipos históricos del fútbol español. Los chicharreros llegaron al partido cargando a la espalda una mala racha de resultados que tan solo les ha permitido sacar tres de los últimos 15 puntos. El Real Zaragoza por su parte aterrizó en la isla bonita consciente de la única bala que le quedaba en la recámara si quiere alcanzar puestos de playoffs.
Quizá por eso Juan Ignacio Martínez puso toda la carne en el asador con el once inicial. Al fin Iván Azón vio reflejados sus decisivos goles en una titularidad, a pesar de la presencia también de su gran competidor en el puesto, Álvaro Giménez. Jim decidió alinear a los dos arriba –en detrimento de Merino– acompañados de Borja Sainz en banda. Por detrás, Zapater repitió titularidad en el eje de la medular, y Vada y Eugeni cubrieron los volantes. Atrás, los de siempre: Cristian, Gámez, Francés (de vuelta), Jair y Chavarría.
Frenética primera mitad
El Zaragoza saltó al campo sabedor de la importancia de ganar este encuentro en Tenerife. La primera ocasión fue para los hoy rojillos, en la segunda jugada del partido. Eugeni botó un saque de esquina y Gámez empaló el rechace desde la frontal, pero Juan Soriano, a dos tiempos, atajó la pelota en el área pequeña. Aún así, ya estaba Azón merodeando y atento a cualquier fallo.
Los muchachos de Jim salieron lanzados desde el inicio. En otra llegada, Chavarría puso un centro raso que ni Álvaro ni Azón pudieron rematar. El Zaragoza arrancó el partido con los dientes afilados y las ideas claras. No obstante, el Tenerife no se achantó ante las intentonas de los maños y trató de aprovechar los espacios en la banda defendida por Eugeni y Chavarría, la más débil. Poco tardó Jim en corregirlo y mandar a Vada a la banda izquierda para que el tarraconense se metiera al centro. El duelo comenzó a convertirse en un toma y daca. Un primer cuarto de hora de ida y vuelta con alternativas para locales y visitantes.
Cuando el Tete parecía que se había hecho con el control del esférico, el Real Zaragoza le pegó el primer zarpazo a los de Luis Miguel Ramis. Se adelantó el Real Zaragoza después de una buena transición lanzada por Vada hacia la banda de Borja, quien puso un buen centro raso al segundo palo que Azón, a bocajarro, erró. Pero ahí estaba Vada, haciendo lo que mejor se le da, llegando de segunda línea para aprovechar el rechace del portero. El argentino no dudó en pedir perdón a la que fue su afición hace dos temporadas.
Poco dura la alegría en casa del pobre. Con el gol de Vada, el Zaragoza dio un paso atrás, y seis minutos después Sashaoua, el jugador de más calidad de los locales, enganchó en el borde con la zurda el esférico al fondo de las mallas. Nada pudo hacer Cristian ante un tiro tan bien ajustado y con tanta potencia. Golazo, sin duda.
El empate local bajó las pulsaciones de un partido que durante media hora tuvo un ritmo frenético. Las posesiones se alargaron por parte de los dos equipos; coger aire y reorganizarse con la pelota era necesario para ambos. Con el paso de los minutos, el Zaragoza juntó filas en campo propio a la espera de contraatacar al Tenerife con Azón y Álvaro peleándose con los centrales.
Ya con el partido más cerrado y los equipos mejor ubicados sobre el tapete del Heliodoro, las mejores ocasiones tuvieron que llegar desde lejos. Alexandre, por parte de los locales, en el 39 y Eugeni en el 42 buscaron fortuna con disparos lejanos que no encontraron el destino esperado. Así pues, con algún fogonazo aislado de ambos equipos, finalizaba una entretenida primera mitad llena de ocasiones y con el marcador 1-1.
Segundo tiempo a menor ritmo
Mantener el ritmo de los primeros 45 minutos era complicado. Los dos equipos salieron de los vestuarios más sosegados y con la idea de dejar madurar el partido. El CD Tenerife introdujo el primer cambio al descanso; Álex Bermejo sustituyó a Elady Zorrilla.
El cuadro chicharrero cogió las riendas del partido a través de posesiones largas con protagonismo de sus mejores hombres. El Zaragoza se hundía cada vez más, al tiempo que se consumía la gasolina de Iván Azón arriba. El canterano maño se encontraba demasiado solo como para poder generar algo por sí mismo. Era el momento indicado para que Jim tomara cartas en el asunto. Sabin Merino salió a la ayuda de Azón arriba, reemplazando a un exhausto Álvaro. El autor del gol, Vada, también dejó su puesto a Bermejo.
Las imprecisiones en la segunda parte adquirieron gran protagonismo ante el cansancio acumulado en los primeros minutos. Muchas faltas en el medio y protestas constantes al árbitro que frenaron el dinamismo del partido. A falta de 20 para el final, el zaragozano Rubén Díez saltó a la palestra en las filas tinerfeñas.
En una jugada aislada, en la que Eugeni peina un balón largo de la defensa, Sabin Merino golpeó de primeras dentro del área pero no cogió portería. Una buena oportunidad visto lo visto en el anquilosado segundo tiempo.
El Real Zaragoza, a pesar del cansancio, se negaba a conformarse con el punto. Borja Sainz desde campo propio filtró un gran pase a la espalda de la defensa del Tenerife para la última galopada de Azón. Juan Soriano salió al quite para tratar de cortar la jugada y acabó llevándose por delante al delantero zaragocista. El colegiado señaló falta y amarilla a pesar de revisar la polémica jugada en el VAR. Gálvez Rascón interpretó que Azón se quedaba solo pero escorado, sin ser una ocasión manifiesta de gol.
Juan Ignacio Martínez agitó el banquillo para que Nano Mesa y Lluís López, en el centro del campo, saltaran al césped. Eugeni, como de costumbre, no daba para más llegados a los 75 minutos de partido y Azón, que ya no podía ni con su alma. Meritoria actuación de los dos jugadores.
Con la entrada de López, el Zaragoza cerró el medio con dos centrocampistas de claro corte posicional en aras de mitigar las combinaciones por dentro del Tete. Eso sí, el cansancio se dejaba notar en las piernas de casi todos los futbolistas y las ideas se empezaban a nublar.
Todavía tuvo tiempo el Zaragoza de tener la ocasión más clara de la segunda parte en el 89. En una de las escasas llegadas de los maños, Sabin Merino puso un magnífico centro tenso a media altura al área pequeña, pero Nano Mesa la empujó con el pecho y Soriano pudo atajarla sobre la línea. Jim se desesperaba en el banquillo. No se lo podía creer.
A pesar de que fue el Real Zaragoza el que acabó mejor el partido, el empate a uno se consumó. Un punto insuficiente para las remotas aspiraciones de los de Jim de acercarse a la sexta plaza.
Ficha técnica
CD Tenerife: Juan Soriano; Meillot, Sergio González, León, Pomares (Moore, 76′); Aitor Sanz, Alexandre (Larrea, 80′); Andrés (Mollejo, 76′), Shashoua (Rubén Díez, 68′); Elady (Bermejo, 45′), Mario González.
Real Zaragoza: Cristian; Fran Gámez, Jair Amador, Alejandro Francés, Pep Chvarría; Alberto Zapater, Valentín Vada (Sergio Bermejo, 61′), Eugeni (Lluís López, 76′); Borja Sainz (Carlos Nieto, 86′), Álvaro G. (Sabin Merino, 61′), Iván Azón (Nano Mesa, 76′).
Árbitro: David Gálvez Rascón, del Comité madrileño.