La temporada cicloturista tuvo su gran cita una vez más en la Quebrantahuesos. Puertos de la Ribagorza logra mantener su status de gran prueba a nivel nacional. La práctica del ciclismo sigue ganando adeptos en la provincia.
Queda ya lejos aquel junio de 1991 cuando desde la calle Serrablo de Sabiñánigo partían bajo una incesante lluvia unos 400 valientes con el objetivo de afrontar una nueva, dura y desconocida prueba cicloturista de 200 kilómetros llamada Quebrantahuesos. Por aquel entonces escaseaban este tipo de pruebas y quienes acudían a ellas eran como una pequeña familia. La aventura debió de seducir a todos los que de una u otra forma tomaron parte en ella, sino no se explica que este 2015 la P.C. Edelweiss haya celebrado las bodas de plata de una Quebrantahuesos que como cada año sigue concitando la atención de miles de aficionados al ciclismo.
Avituallamiento Marie Blanque | Foto: quebrantahuesos.comA través de estos 25 años ha conseguido afianzarse como la auténtica referencia nacional dentro del panorama cicloturista, sabiendo crecer y adaptarse a los nuevos tiempos para llegar a este 2015 con una salud de hierro. Prueba de ello es que de nuevo más de 8.000 ciclistas se dieron cita en el Boulevard de Sabiñánigo para enfrentarse a uno de los más bonitos retos que se pueden hacer en las carreteras del Pirineo. Entre ellos grandes figuras de reconocida talla mundial como fueron Miguel Indurain o Abraham Olano. Como complemento a este gran evento se celebró una vez más la Feria del Ciclismo en el entorno del Pirenarium, con la presencia de las principales marcas ciclistas a nivel mundial.
Quien también goza de una buena salud es su hermana pequeña, la Treparriscos, que logró congregar de nuevo a unos 2.000 ciclistas, algo de lo que muy pocas pruebas pueden presumir en España. Su paso en las últimas ediciones por el Valle de Broto se ha constatado como un acierto a todos los niveles. Y un dato significativo para terminar, como ocurre con la QH, cada año aumenta tanto el número de participantes extrajeros como de países representados. Sinónimo de que las cosas se están haciendo bien y del carácter internacional que está adquiriendo la prueba serrablesa.
Puertos de la Ribagorza
El último fin de semana de mayo Graus es sinónimo de cicloturismo. Una vez más, los casi 2.500 inscritos pusieron a esta bella localidad en el mapa ciclista nacional. La prueba volvía a presentar su habitual recorrido salpicado de pequeños puertos pero que unidos a sus casi 200 kilómetros hacen que Puertos de Ribagorza sea para muchos el test definitivo de cara a la QH. Para los menos fondistas también ofrece la posibilidad de hacer sólo los 133 kilómetros del recorrido corto.
Este año no estuvo exenta de polémica por algunos graves accidentes ocurridos camino de Graus, tras el paso por el Castillo de Laguarres. Una más que discutible señalización de tráfico y la imprudencia de algunos originó una serie de accidentes concentrados en el tiempo a los que la organización supo responder con buen criterio, llegando a parar la prueba ante la temporal falta de ambulancias. Esperemos que fuera entendido por los participantes, a la vez que sirva para mejorar la seguridad de los corredores de cara a la edición de 2016.
Esperemos pues no pase factura a la prueba ribagorzana, una prueba que tradicionalmente trata bien a sus participantes, que genera críticas positivas y que pese a determinadas restricciones de la DGT sigue manteniendo, para quien así lo desee, el encanto competitivo de sus primeros años.
Cicloturismo
Junto a estas dos grandes citas también es digna de mención la veterana Marcha Ciclista de la Jacetania, que organizada por Mayencos ha llegado en este 2015 a su vigésimo segunda edición. En las últimas ediciones se ha visto sometida a los dictámenes de la DGT, por lo que ha perdido parte de su esencia, a la vez que ha bajado el número de inscritos, pero todavía cuenta con unos 300 de ellos fieles a la cita cada principio de junio.
A mitad de junio, una semana después, encontramos otra clásica del cicloturismo altoaragonés, la Ruta del Somontano, que se viene celebrando desde hace ya 26 años en Barbastro. Un bonito recorrido por la comarca del vino limitado a 200 participantes.
Si a las citadas marchas le añadimos la amplia variedad geográfica de nuestra provincia y los numerosos encantos turísticos de los que dispone, tanto para los visitantes como para los propios altoaragoneses, tendremos la respuesta a la numerosa presencia de ciclistas a lo largo del año por nuestras carreteras. Esto debería ser suficiente motivo para que nuestras autoridades apostaran de verdad por atraer a este tipo de turismo tal y como se ha hecho en otros lugares (Asturias, Andorra, Alpes, Dolomitas…) y que tan buen resultado les está dando. Para ello será necesario mejorar nuestra red de carreteras, tan necesitada de mejora en muchos puntos, además de poner en valor esos grandes puertos sin asfaltar que hay en el Pirineo y que nada tienen que envidiar a los de otros macizos montañosos. Si se hacen las cosas con talento, desarrollo, turismo y ecología tienen un amplio marco en el que convivir. Mientras tanto y a espensas de lo que ocurra en años venideros, 2016 volverá a ver como los esforzados de la ruta volvemos a transitar las carreteras altoaragonesas.
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Hola,
En mi nombre y en del CC Mayencos te agradecemos , como organizadores de la Cicloturista de la Jacetania estas líneas. Poca gente entiende y valora lo que nos cuesta sacar las cicloturistas más pequeñas, sin tanta pegada como QH o PR y con trabas burocráticas de todo tipo.
Un saludo
De nada Nacho. Se lo mucho que cuesta sacar cualquier tipo de prueba que se quiera hacer, así que todas las líneas que escribo sobre cualquier evento siempre son pocas. Desde SPORTHUESCA trataremos de ser siempre el altavoz del deporte altoaragonés.
Saludos desde el cercano Sabi.